EL LUCHADOR DE LOS HIELOS PERPETUOS

León vuelve a su mundo, y les cuenta todo a Lara y a Chip. Éstos deciden regresar con él al Mundo Invisible para ayudarle a derrotar al luchador. Cuando llegan, todo está congelado. Jock les dice que hay alguien que puede ayudarles a terminar con el poder del monstruo. Se trata de Marvello, un ser pequeño y bromista, pero muy fuerte y ágil. Éste le aconseja a León que, para vencer al luchador de hielo, no debe usar su fuerza, sino su inteligencia. Su espada les va indicando el camino que seguir. Así, los tres amigos llegan a las ruinas del Castillo de las Lápidas. Una vez en el castillo, el suelo se abre y una enorme cara de mármol se forma. De la boca y de sus ojos salen inmensas llamaradas de fuego. León no tarda en darse cuenta de que aquel rostro pertenece a lord Drakill, un antiguo enemigo suyo al que mandó al infierno años atrás. Éste deseaba a toda costa hacerse con la espada Corazón de Dragón para poder acceder al mundo de los humanos. Ahora, ha despertado al luchador de los hielos perpetuos para conseguir la espada y matar a los tres caballeros. Cuando el luchador de hielo, bajo las órdenes de lord Drakill, intenta arrebatarle la espada a León, éste la arroja a la boca en llamas del rostro de mármol. En su intento de coger la espada, el luchador de hielo cae al fuego y se derrite en el infierno con su amo, lord Drakill. De la misma forma, todo lo que el luchador había congelado se descongela y el Mundo Invisible vuelve a la normalidad.