El percherón mortal es una novela que no debe ser resumida. Llena de giros inesperados, Bardin juega con el lector al mismo tiempo que con el doctor Matthews, quien protagoniza los hechos. La novela comienza cuando entra a la consulta de este psiquiatra un hombre (Jacob Blunt) que cree estar volviéndose loco. Comenta al psiquiatra que unos hombrecillos enanos le hacen extraños encargos, ilógicos e incomprensibles. Nos sumergimos, entonces, en una serie de acontecimientos donde nos encontraremos con asesinatos, hechos inesperados y, como no, con percherones.
Ficha técnica
Traductor: Cesar T. Aira
Editorial: Elia
ISBN: 9788415638001
Idioma: Castellano
Número de páginas: 184
Tiempo de lectura:
4h 19m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 09/07/2012
Año de edición: 2012
Plaza de edición: Malaga
Alto: 21.0 cm
Grueso: 14.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por John Franklin Bardin
John Franklin Bardin nació en 1916 en Cincinnati, Ohio. Sobrevivió a una infancia terrible marcada por la muerte de muchos de sus familiares más cercanos a causa de distintas enfermedades, y con treinta años se vio en la obligación de firmar el ingreso de su madre en un centro psiquiátrico después de que ella tuviera graves brotes esquizofrénicos. Posteriormente se mudó a Nueva York, donde trabajó como ejecutivo en una agencia de publicidad, dio clases de Escritura Creativa y Publicidad y escribió numerosas novelas policiacas. En 1946, John Franklin Bardin entró en un fecundo período de creatividad durante el cual culminaría la trilogía de novelas que le harían pasar a la historia: El percherón mortal (1946), El final de Philip Banter (1947) y Al salir del infierno (1948). Más tarde escribió otras novelas policiacas bajo los pseudónimos de Gregory Tree y Douglas Ashe al tiempo que trabajaba como editor en varias revistas. Completamente ignorado por sus contemporáneos, no se le empezaría a reivindicar hasta la década de los setenta, cuando sus obras comenzaron a gozar de una enorme popularidad en el Reino Unido. Bardin pasó sus últimos años de vida en el famoso East Village de Nueva