El verborreico Adolf Hitler concedió una asombrosa cantidad de entrevistas, pero nunca se sintió cómodo en este formato. En verdad, no tenía mucho que temer: casi todos los periodistas que iban a ver a Hitler lo hacían mal preparados, sin conocimientos geopolíticos ni ánimo para rebatir o poner en apuros al dictador. Abundaron los paracaidistas y los ingenuos —que entrevistaron a Hitler como quien va a pasar la tarde al circo— y los ambiciosos en busca de un trofeo que asegurase ascensos profesionales y jugosos contratos de libros. Hitler provocaba fascinación, tanto en el entrevistador como en un público con frecuencia más sediento de ruido que de verdades.
Lutz Hachmeister describe por primera vez en este libro colosal la historia completa de los encuentros de Hitler con periodistas. Su investigación se basa en fuentes originales y material de archivo, y ofrece una perspectiva nueva y moderna sobre las técnicas de márketing de una dictadura propagandística. Hachmeister también traza una línea hasta la actualidad, comparando las dinámicas de entonces con las actuales entrevistas a dictadores y autócratas.