ESPAÑA, EN LA PENDIENTE DE OTRA GUERRA CIVIL

El “No pasarán” vuelve a la letra impresa de los periódicos y los “rojos” aparecen en textos de esquelas y en artículos. Lo que hasta el año 2004 se había cuidado en los medios con cierto mimo, tiende a desparecer y rebrotan de nuevo en los diarios las viejas rencillas que apenas se diferencian de las de la prensa del 30 al 36. Un panorama sombrío que está desembocando en convulsiones sociales. Existe ya un resurgimiento de movimientos radicales tanto de la extrema izquierda, como de la extrema derecha. Los ocho millones de personas que ganan menos de la mitad del salario medio, más de cinco millones de parados, o esos millones que acuden a instituciones benéficas para sobrevivir crean un caldo de cultivo idóneo para este tipo de acontecimientos. Zapatero comenzó su andadura presidencial (2004/2011) con una cita del testamento de su abuelo fusilado en la Guerra Civil y la terminó convocando elecciones para un 20-N. O sea, la muerte del general Franco. Zapatero ha tenido un gran interés en unir el tiempo presente con el de la II República, soterrando los treinta últimos años de convivencia y progreso que nunca antes había conocido España. Un recorrido por la historia y por los periódicos de 1930 a 1936 es más que suficiente para detectar cuáles son las semejanzas de los dos períodos. Entonces y ahora estuvieron presentes los Estatutos catalán y vasco con las mismas reivindicaciones: el independentismo. Entonces como ahora se ha incordiado, sin necesidad, al Ejército. Artur Mas, en una réplica al ministro del Interior, ha recordado que este año 2014 se cumplen “75 años de la Guerra Civil” que dejó “consecuencias negativas que hay que tener presentes”.