Once maravillosas historias sobre el Nueva York que despide el XIX y recibe el XX: un retrato de las personas que levantaron desde sus cimientos la que, según afirma Juan Bonilla en su prólogo, es «la capital del mundo». Asistimos a un Nueva York de carruajes que colapsan el tráfico, niños rotos a la búsqueda de un juguete, pensiones de mala muerte donde refugiarse apenas del frío y algo de la soledad, lujosos salones cuyo brillo impide ver a sus moradores cómo vive la otra mitad, prostitutas y policías en una relación tan vieja como la más antigua de las ciudades, tenderos italianos y hambrientos ladronzuelos... Historias de Nueva York es una vívida colección de estampas en la que la ciudad emerge protagonista del rumbo de sus habitantes. Las facetas de periodista y narrador de Stephen Crane se funden para aproximarnos a medio metro de distancia de sus personajes y asistir así, en primera fila y de primera mano, a un espectáculo que vivimos como si ocurriera hoy, pero que tuvo lugar hace más de cien años. Personajes anónimos, conflictos al límite... guiados por la escritura intensa y plástica de quien fue considerado «el Chéjov americano» por el prestigioso crítico Robert Wooster Stallman.
Ficha técnica
Editorial: Olivo Azul
ISBN: 9788492698035
Idioma: Castellano
Número de páginas: 99
Tiempo de lectura:
2h 16m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 05/04/2010
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Madrid
Especificaciones del producto
Escrito por Stephen Crane
Stephen Crane (Newark, Estados Unidos, 1871 – Badenweiler, Alemania, 1900) publicó su primera novela, Maggie, una chica de la calle, en 1893. Tuvo que autoeditarla y firmarla con un seudónimo porque el tema, los avatares de una joven de baja extracción social que recurre a la prostitución, resultaba demasiado indecoroso para la época. Con tan sólo veintidós años escribió La roja insignia del valor (1895) y la respuesta inmediata de los lectores le granjeó una fama enorme. Más tarde, cubrió la guerra greco-turca como corresponsal en Grecia, y viajó a Cuba para desempeñar la misma labor de periodista de guerra. Pero el barco que había de llevarlo a la isla naufragó y, para salvarse, Crane hubo de remar en un bote hasta la orilla más cercana. De esta experiencia surgió uno de los relatos más importantes que escribió, «El bote abierto». En 1898 el escritor zarpó de nuevo hacia Cuba. Pudo llegar a su destino y allí se ocupó de cubrir el conflicto entre España y los Estados Unidos. Stephen Crane pasó los últimos meses de su vida tratando de combatir todas las deudas que había contraído y murió de tuberculosis en el año 1900.