Los mercados industriales se caracterizan por su intensa turbulencia. Cada año muchas empresas inician sus actividades al tiempo que otras cesan en su actividad. La entrada y salida de empresas es una fuente importante de la competitividad, el empleo, el progreso técnico y el crecimiento económico. En general, las nuevas empresas se enfrentan a tasas de mortalidad elevadas y, al cabo de pocos años, una buena parte de ellas acaban saliendo del mercado.