A las 11.15 h. del tres de septiembre de 1939, el primer ministro británico, Neville Chamberlain, se dirigió por radio a la nación para anunciar que estaban en guerra con Alemania. De inmediato comenzaron a sonar las sirenas. Winston Churchill y su esposa no sólo presenciaron este acontecimiento, sino que serían de los primeros en prepararse para entrar en un refugio antiaéreo...Testigo de excepción, Churchill —primer ministro británico durante los períodos 1940-1945 y 1951-1955— describe el transcurso de la segunda guerra mundial y los principales episodios que en ella acontecieron, desde la profundidad e inteligencia de su análisis y la intensidad de su vivencia, legando un testimonio directo sin parangón con ningún otro de sus protagonistas coetáneos: Hitler, Stalin o Roosevelt.El camino hacia el desastre desde el tratado de Versalles hasta que Hitler conquista Polonia, la guerra "ficticia" que acabó con la invasión alemana de Escandinavia, la caída de Francia y la batalla de Gran Bretaña, el bombardeo de Londres, la lucha en el desierto... son algunas de las cuestiones tratadas en el primer volumen de los dos que componen sus Memorias de la Segunda Guerra Mundial.
Ficha técnica
Traductor: María Alejandra Devoto Carnicero
Editorial: La Esfera de los Libros
ISBN: 9788497342155
Idioma: Castellano
Número de páginas: 2
Tiempo de lectura:
2m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 30/09/2004
Año de edición: 2004
Plaza de edición: Es
Peso: 550.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Winston Churchill
Winston Churchill (Palacio de Blenheim, 1874-Londres, 1965) abandona en el año 1900 la carrera militar para ocupar por vez primera un escaño en la Cámara de los Comunes. Para entonces, ya había alcanzado fama por su huida de una prisión boer y sus trabajos de corresponsal de guerra. Continuó en ascenso hasta 1915, cuando el desastre de Dardanelos pareció acabar de golpe con su brillante carrera. Hasta 1940 no se recobraría plenamente para vivir, en la Segunda Guerra Mundial, su hora más dulce, liderando al Reino Unido hacia la victoria aliada. En julio de 1945 sorprendió al mundo al perder las elecciones. Ejerció un segundo mandato en 1951 hasta su renuncia final en 1955. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial la creación de una Europa unida fue, en palabras de su biógrafo Martin Gilbert, «uno de los tres asuntos que dominarían su pensamiento».