España. Finales de la década de los setenta del siglo xx. Viberti ?aquel periodista de raza que nos cautivó en Los seres queridos?, dejándose llevar por la corriente, cambia la dirección de un periódico de provincias por la dirección del gabinete de prensa del alcalde de la ciudad. Un cambio que poco a poco le arrastrará hacia el lado más oscuro de la vida y de sí mismo. Y pronto, como sin quererlo y quizá para esquivar el tedio, encontrará una apasionante actividad: la búsqueda de desaparecidos. Este es el arranque de Las horas muertas, una novela que comienza allí donde termina Los seres queridos ?aunque son historias completamente independientes?, y con la que Jorge Alacid nos vuelve a regalar un plantel de personajes tan pintorescos como inolvidables que pululan por un mundo que aún no se sabe a ciencia cierta si está naciendo o está muriendo.