Antonio Ortiz ha escrito un libro revelador. Con ironía y humor, nos descubre la realidad de la diplomacia española, un servicio del Estado que siempre apareció como misterioso y un tanto opaco para los ciudadanos. Tras la mirada irónica pero nunca hiriente no en vano es el libro de un diplomático del modesto funcionario, es fácil percibir la apasionada vivencia de su profesión.