El apasionado y sentimental Werther ha encontrado la felicidad en un pequeño pueblo en el que el delicioso paisaje y la gente sencilla que lo habita aportan la calma y la serenidad que precisa su inquieto espíritu. Durante un baile trabará amistad con Lotte, la hija de un corregidor del príncipe, quien desde el primer instante despierta en él una pasión que ni siquiera el compromiso matrimonial de la joven puede apagar. Pese a ser consciente de la imposibilidad de su relación, se ve incapaz de renunciar a su amistad, alimentando de esta manera un sentimiento autodestructivo en el que se mezclan el placer más sublime con el dolor más intenso. "Los padecimientos del joven Werther" supusieron un éxito editorial sin precedentes en su país y se convirtieron en una pieza indispensable para comprender el desarrollo posterior de la literatura alemana y europea. Pero sobre todo es una de las más brillantes descripciones de las facetas más hermosas y crueles del amor que mantiene toda su vigencia pese al tiempo transcurrido, ya que, como le comentaba el propio Goethe a su secretario Eckermann, sería malo si cada uno no tuviera una época en su vida en el que le parezca que Werther fue escrito sólo para él.
Ficha técnica
Traductor: Emilio José González García
Editorial: Ediciones Akal
ISBN: 9788446024033
Idioma: Castellano
Número de páginas: 160
Tiempo de lectura:
3h 44m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 01/09/2008
Año de edición: 2008
Plaza de edición: Es
Colección:
Básica de Bolsillo
Básica de Bolsillo
Número: 149
Alto: 18.0 cm
Ancho: 12.0 cm
Peso: 160.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Johann Wolfgang von Goethe
(Frankfurt, 1749-1832). Goethe nació en el seno de una familia burguesa donde su padre se ocupó personalmente de su educación. Un viaje de estudios a Estrasburgo en el que conoció a Herder y donde frecuentó círculos cercanos al romanticismo, cambió su orientación poética. Años más tarde, Goethe comenzó una brillante carrera política que alternó con su producción literaria. Representante máximo de la corriente romanticista, los últimos años de su vida los dedicó por entero a la escritura de una autobiografía, en la que el clasicismo se convirtió en el estilo dominante.