Eva y Vega se conocen en el avión en el que regresan a Buenos Aires. Juntos emprenderán la búsqueda de los padres de Eva, condenados años atrás, por una devastadora geometría, a ser fantasmas. Harán frente a su Odisea escudados por el Gato y el Mono, personajes surgidos de una ciudad interminable poblada por seres confusos que vagan sin hogar iluminados por una luna opaca. Conocerán la alegría y el dolor, el amor y la muerte. Un gran destino ficcional que convierte vidas en poesía, a veces con crueldad, y otras con el sutil ruido de fondo de los que saben, como el Cónsul de Bajo el Volcán, que no se puede vivir sin amor. Hay otro nivel narrativo en el que se pasa revista a las variadas formas narrativas de la literatura argentina, las que van desde el Adán Buenosayres, de Leopoldo Marechal, hasta El sueño de los héroes de Bioy. Dos personajes de este último libro, el Brujo Taboada y el Doctor Valerga, renacen en Luna Negra como los dos polos de una guerra civil interminable entre metafísica e ilusión, y entre el simulacro de orden y el horror cotidiano de una Argentina en la cual la única realidad es la ficción.