Memorias de un nonagenario manchego es un retrato realista de la España rural. El carácter autobiográfico del relato refuerza intensamente, sin duda, una verosimilitud atrayente, en el que los personajes a través de la amistad, el amor, la ternura, el dramatismo, la poesía, la música y el humor, no exento de crítica, componen un bello mosaico de variadas y policromas teselas, creando la idiosincrasia de un pueblo singular.