En estos dos brillantes relatos pacifistas, Stefan Zweig denuncia la deshumanizadora Gran Guerra que pulverizó la libertad y la dignidad de los europeos enfrentados entre sí. Ferdinand, el protagonista del primero, es un joven exiliado en Suiza que, pese a su sentido del deber, no desea comparecer ante el medico militar que lo enviará a la guerra, obligándolo a contribuir a la gran tragedia europea. En "Wondrak", Ruzena lucha en vano por evitar que la monstruosa contienda le arrebate a su único hijo. Como señala Patricio Pron en el iluminador prólogo, para cuando el lector lea estos relatos millones de personas "estarán habitando el mundo en guerra que describió Zweig y, como sus personajes, tendrán que tomar la decisión de si desean pelear por su país o por un propósito más noble y duradero. ¿Puede la literatura ayudarlos a comprender esa decisión? Es posible que sí, y que estos relatos sean una prueba de esa potencia de la ficción".
Ficha técnica
Traductor: Roberto Bravo de la Varga
Editorial: Acantilado
ISBN: 9788419036926
Idioma: Castellano
Número de páginas: 144
Tiempo de lectura:
3h 21m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 20/03/2024
Año de edición: 2024
Plaza de edición: Es
Colección:
Cuadernos del Acantilado
Cuadernos del Acantilado
Número: 121
Alto: 18.0 cm
Ancho: 11.2 cm
Peso: 128.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Stefan Zweig
(Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942). Es uno de los autores más queridos de la literatura centroeuropea. Nacido en el seno de una familia judía acomodada, accedió a la universidad y llevó a cabo una exitosa carrera como escritor y periodista. Muchas de sus obras —entre las que destacan especialmente El amor de Erika Ewald (1904), Carta de una desconocida (1922), Veinticuatro horas en la vida de una mujer (1927), Viaje al pasado (1929) y Novela de ajedrez (1941), publicadas en esta colección— alcanzaron un gran éxito. Con la irrupción del nazismo, se exilió primero en Londres y después en Brasil, donde, ante la posibilidad de un futuro dominado por el Tercer Reich, se suicidó.