Hay viajes que se hacen sin moverse del sitio. Basta una historia, una emoción, un recuerdo.Pequeños relatos para grandes viajes es un libro que habla bajito, pero llega hondo. Cada cuento es una puerta que se abre hacia un rincón distinto del alma: una caricia en mitad del duelo, una pregunta que aún no tiene respuesta, una chispa de sentido en lo cotidiano.En estas páginas hay bailarinas que pisan barro hacia la libertad, monjes que dudan de su fe, hombres que buscan sentido en lo inesperado. Son relatos breves, sí, pero con una profundidad que invita a leer despacio, con el corazón en calma y la mente abierta. Porque detrás de cada personaje hay algo que también es nuestro: una pregunta, un anhelo, un temblor.Este libro no necesita gritar para dejar huella. Está hecho para quienes disfrutan de las palabras que se quedan rondando después de cerrar la última página. Para quienes saben que, a veces, una historia pequeña puede acompañarte más lejos que cualquier viaje.