" ... Vous viendriez me dire : "il m''est arrivé tel malheur", vous auriez 18 ans, je vous aurais vu pleurer dons le coin là-bas, parce que vous m''auriez dit qu''une fille vous avait laissé dans telles ou telles circonstances, bon ! Je vous curais dit : "T''en fais pas mon petit, c''est pas grave". Bien sûr, c''est très grave de perdre ses billes ou d''avoir son ballon ou sa première bulle qui crève. Peut-être que la bulle de savon qui est crevée l''est définitivement et qu''on s''en remet jamais. Et petit à petit, tout ça aurait cheminé en moi, et, à l''aide d''autres histoires analogues à la vôtre, j''aurais fini, parce que c''est ma vocation de jouer avec les mots, tout en prenant part à votre chagrin, par faire une chanson, vous voyez ? "
Georges Brassens, Extrait de l''interview de P Némo, France-Culture, 1979.
Ficha técnica
Editorial: Seuil
ISBN: 9782020517607
Idioma: Francés
Número de páginas: 403
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 03/10/2002
Año de edición: 2001
Plaza de edición: Paris
Especificaciones del producto
Escrito por Georges Brassens
Georges Brassens (Sète, 1921- Saint-Gély-du-Fesc, 1981) está considerado como uno de los mayores exponentes tanto de la chanson française como de la trova anarquista del siglo XX. Lejos de ser un alumno ejemplar, el niño Brassens prefería la vida en la calle, aunque las clases de francés de su maestro Alphonse Bonnafé, que le inculcó el amor por la poesía, dejaron una profunda huella en él. En 1940 se mudó a París y trabajó como tornero para la empresa Renault. En esa época empezó a componer, pero en 1943 fue destinado al campo de Basdorf, cerca de Berlín, en el marco del STO (Servicio del Trabajo Obligatorio) impuesto por los nazis. A pesar de las circunstancias, leía, escribía, componía y cantaba; de hecho, sus camaradas deportados constituyeron su primer público. Después de la guerra, se incorporó al movimiento anarquista y empezó a colaborar con el periódico Le Libertaire. Aunque su primer disco, que vio la luz en 1952, escandalizó a muchos por sus tintes de protesta, Brassens acabaría convirtiéndose en el padre espiritual de toda una generación. En 1967 recibió el Gran Premio de Poesía de la Academia Francesa.