A comienzos del siglo XII surge en el Mediodía de Francia, al amparo de las cortes feudales, la lírica trovadoresca. Sirviéndose de una lengua en cierto modo artificial, el provenzal, y de un género característico, la c"ansó", los trovadores establecen en torno a su tema central, el amor, una doctrina y un sistema paralelos al sistema feudal del vasallaje. Este movimiento pronto fue imitado, con ligeras variaciones, por los "trouvères" en las cortes del norte de Francia y por los "Minnesinger" en Alemania. Los trovadores fueron los auténticos creadores del oficio de poeta y llegaron a construir una sociedad de hombres de letras que, frente a la épica, espejo de la colectividad, rindieron culto a lo individual. Esta edición ofrece la obra más significativa de figuras tan fundamentales de la lírica cortés como fueron Guillermo de Poitiers, Marcabrú, Bernat de Ventadorn y Gautier de Coincy, y proporciona una visión global de la misma.Prólogo y traducción de Carlos AlvarA comienzos del siglo XII surge en el Mediodía de Francia, al amparo de las cortes feudales, la lírica trovadoresca. Sirviéndose de una lengua en cierto modo artificial, el provenzal, y de un género característico, la c"ansó", los trovadores establecen en torno a su tema central, el amor, una doctrina y un sistema paralelos al sistema feudal del vasallaje. Este movimiento pronto fue imitado, con ligeras variaciones, por los "trouvères" en las cortes del norte de Francia y por los "Minnesinger" en Alemania. Los trovadores fueron los auténticos creadores del oficio de poeta y llegaron a construir una sociedad de hombres de letras que, frente a la épica, espejo de la colectividad, rindieron culto a lo individual. Esta edición ofrece la obra más significativa de figuras tan fundamentales de la lírica cortés como fueron Guillermo de Poitiers, Marcabrú, Bernat de Ventadorn y Gautier de Coincy, y proporciona una visión global de la misma.Prólogo y traducción de Carlos Alvar