En la actualidad, la Atención Primaria infantil es fundamental e imprescindible. La población infantil continúa siendo el grupo poblacional más vulnerable, especialmente aquellos con menos recursos económicos y sociales. Los fenómenos demográficos como la inmigración y la adopción de niños procedentes de otros países son considerados también de gran importancia. Los servicios de salud tienen la responsabilidad de mantener la equidad y brindar la oportunidad a los ciudadanos, para que disfruten de la misma. Existen evidencias claras de que la pobreza entendida como una deficiente educación, la escasez de recursos económicos y un menor apoyo en los cuidados condicionan una menor posibilidad para procesar la información, y generan una salud más precaria. Las intervenciones preventivas en el niño persiguen mejorar estas desigualdades en salud y deben tener una estrategia de mayor captación a esas poblaciones de riesgo. En la práctica clínica preventiva en Pediatría de Atención Primaria nos encontramos con grandes dificultades en relación con las intervenciones: excesivo número de intervenciones preventivas en función del tiempo disponible, numerosos controles de salud a lo largo de la infancia.