En este film, Recuerdos…, Woody Allen reemprende la misma operación que había realizado en Interiores con Ingmar Bergman, pero esta vez el maestro parodiado es el Federico Fellini de Ocho y medio. En los dos films, Allen les rinde un homenaje no encubierto, sin dejar por ello de estar él muy presente en su obra, ni de poner en ella su sello inconfundible. Lo más divertido de esta película es que el espectador, al salir del cine y comentarla con los amigos, se sorprende repitiendo las mismas críticas o alabanzas que emiten los personajes de Recuerdos, comprobando así que Woody Allen se adelanta él mismo al pensamiento y a las reacciones del público. Al leer el guión, esta sensación se hace aún más evidente, pues el lector dispone del tiempo que desea para captar la reflexión que hace Woody Allen, a través del personaje que él mismo encarna y de los que representan a toda la extrañísima fauna que rodea al mundo del cine (productores, distribuidores, periodistas, críticos, admiradores y detractores), sobre los problemas que asaltan a un artista en el momento de ponerse a concebir y realizar una obra. De toda su filmografía, ésta es quizás una de las películas más «serias» que jamás haya hecho, pero también este aspecto es objeto de examen en el film : ¿debe un autor, que ha logrado la fama haciendo reir, ponerse de...
Ficha técnica
Traductor: Jose Luis Guarner
Editorial: Tusquets Editores S.A.
ISBN: 9788472236011
Número de páginas: 160
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 01/02/1981
Año de edición: 1981
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
Cuadernos Infimos
Cuadernos Infimos
Número: 101
Alto: 18.0 cm
Ancho: 10.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Woody Allen
WOODY ALLEN es escritor, director y actor. A los quince años empezó a escribir gags para la prensa y posteriormente trabajó como humorista de monólogos. Es autor de varios libros de relatos con la ciudad de Nueva York como escenario de sus enredos. Es un ferviente apasionado del jazz y un entusiasta de los eventos deportivos. Vive en la zona del Upper East Side de Manhattan con su esposa, Soon-Yi, con quien lleva casado más veinte años, y sus dos hijas, Manzie y Bechet. Según sus propias palabras, lamenta no haber hecho ninguna gran película, aunque asegura que lo sigue intentando.