Tenguda coma ua des òbres mèstres dera literatura catalana de toti es tempsi, Solitud conde eth trajècte vitau e espirituau d''ua hemna, Mila, en mon rurau. En tot contrapausar era realitat des vals tamb er idealisme dera nauta montanha, era protagonista comence un procès d''autoconeishement que l''amiarà a trapar ena solitud era fòrça entà trincar tamb es convencions deth sòn mon quotidian.
Ficha técnica
Traductor: Maria Vergés i Pérez
Editorial: Pages
ISBN: 9788497795616
Idioma: Catalán
Número de páginas: 288
Tiempo de lectura:
6h 50m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 01/11/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: España
Número: 1
Alto: 2.0 cm
Ancho: 1.2 cm
Grueso: 1.5 cm
Peso: 304.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Víctor Català
Caterina Albert i Paradís nace en 1869 en L’Escala, Girona, en el seno de una acomodada familia de propietarios rurales. En vez de resignarse al destino previsible para las mujeres de la época (matrimonio y maternidad), nunca se casó y se entregó a actividades artísticas como la pintura, la lectura y la escritura. Con el monólogo teatral La infanticida ganó los Juegos Florales de Olot en 1898. No obstante, la inmoralidad que se le imputaba a la obra unido a la revelación de que tras el seudónimo masculino Virgili d’Alacseal se escondía una mujer, hizo que el jurado le retirara el galardón. A partir de entonces, Caterina adoptó el seudónimo de Víctor Català —que ya nunca abandonaría— para firmar todos sus textos. La publicación de Dramas rurales (1902) abrió su época dorada como escritora, que culminaría con su obra maestra Soledad (1905), considerada una cumbre de las letras catalanas. Pese al éxito internacional que alcanza con esta novela, las constantes críticas de los novecentistas llevaron a Albert a trece años de silencio, un silencio que terminó con Un film (3000 metros) (1926) y tres volúmenes de cuentos. La guerra civil vuelve a interrumpir su producción literaria casi veinte años hasta la publicación de Retablo (1944), seguida de las que serán sus últimas obras. Caterina Albert muere a principios de 1966, pero Víctor Català, su inconformista, vehemente y, por encima de todo, libre alter ego literario está más vivo que nunca.