Albert Hofmann es el científico que descubrió casi por casualidad el LSD mientras investigaba las propiedades curativas del cornezuelo de centeno en los laboratorios de la compañia Sandoz, en Basilea. Es por ello el auténtico padre de la controvertida dietilamida del ácido lisérgico, la droga psicodélica más difundida en las décadas de 1960 y 1970. Esta historia es el testimonio de un legado problemático que sirvió para ampliar hasta horizontes insospechados los límites de la conciencia y dio lugar a un fenómeno social conocido como la "cultura de la droga". Las prometedoras aplicaciones terapéuticas en el campo de la psiquiatría fueron ensombrecidas desde sus inicios por la implacable cruzada prohibicionista. Hoy la fuerza de la razón fundada en inapelables investigaciones científicas alumbra un renovado interés por sus usos y utilidades clínicas, lo cual acrecienta el valor y perdurabilidad de esta obra. Hofmann nos cuenta sus experiencias con el LSD y otras drogas psicotrópicas, su relación con escritores y psicólogos dedicados a investigar las fronteras de la percepción; y no olvida hacer un balance crítico y autorizado tanto de los efectos nocivos del abuso de alucinógenos como de su aplicación positiva en la ciencia.
¿Cuál es la verdadera realidad? ¿La sobria imagen del mundo científico o la arrebatada imagen del mundo místico? El descubridor de la LSD, Dr. Albert Hofmann, responde a estas preguntas iluminando de un modo original las ideas sobre la esencia de la realidad. ...A lo largo de estos cinco ensayos filosoficos, el autor, que no se conforma con las respuestas de la ciencia, desarrolla una reflexion que le acerca a las verdades del mistico, proponiendonos una vision de la vida en que espiritu y materia no estan reñidos y donde, explica Hofmann con animo ecologista, el egoismo humano,conducente a la predacion de la naturaleza es fruto de la ignorancia y de la inseguridad del individuo actual... Revista Cañamo.
Todo centelleaba y refulgía con una luz viva.El mundo parecía recién creado. Todos mis sentidos vibraban en un estado de máxima sensibilidad .Así describía Albert Hofmann el primer viaje de LSD,probablemente el hallazgo psicofarmacológico con mayores consecuencias culturales y sociales del siglo XX. Ignoraba que su descubrimiento sería uno de los pilares del movimiento hippie y de una revolución contracultural que removería profundamente las sociedades occidentales. En este clásico de la literatura sobre drogas, Hofmann relata su historia con la LSD (el descubrimiento casual de sus efectos, la investigación científica que siguió, el aterrizaje del ácido lisérgico en el panorama cultural de la época, su posterior masificación, etc.), así como las experiencias de intelectuales como Timothy Leary, Ernst Jünger o Aldous Huxley, quien consideraba la LSD como una puerta hacia una percepción más plena de la existencia. La LSD enseguida se vio como una amenaza para la salud pública y el orden establecido y sus prometedoras aplicaciones terapéuticas quedaron en suspenso debido a la cruzada prohibicionista. Hoy, inapelables investigaciones científicas suscitan un renovado interés por sus utilidades clínicas. José Carlos Bouso, una de las máximas autoridades mundiales en farmacología y sustancias psicoactivas, ha añadido un generoso aparato crítico al libro de Hofmann que actualiza y arroja una luz imprescindible sobre los episodios más opacos de la historia de la LSD.