La agencia de detectives Pinkerton está indisolublemente ligada al imaginario del Salvaje Oeste, epopeya hollywoodiense a ritmo de indios, vaqueros, soldados, forajidos y asaltadores de bancos, trenes y diligencias. Originariamente publicada en 1879 y firmada por el fundador de la Agencia, el legendario escoces Allan Pinkerton (1819-1884) -aunque probablemente conto para su redaccion con la ayuda de algun negro-, esta obra, inspirada en sus propias experiencias detectivescas, narra la lucha de los Pinkertons contra los bandidos y desafectos de las tierras bañadas por el gran rio Misisipi. AUTOR Allan Pinkerton (Glasgow, Escocia, 1819 - Chicago, 1884). Antes que el FBI, existia la Agencia Pinkerton; y antes de que existiera Sherlock Holmes, Pinkerton y sus detectives enfrentaban peligrosos criminales y resolvian casos con la misma efectividad y clarividencia que el fabuloso investigador. Allan Pinkerton, el mas famoso detective privado de su tiempo, nacio en Glasgow, Escocia, en 1819. Siendo aun un muchacho, su padre, un sargento de la policia local, fue herido de gravedad durante una revuelta obrera, perdiendo la movilidad de las piernas y muriendo a los pocos años. En tales circunstancias, Allan debio abandonar la escuela y ayudar al sostenimiento de las cargas familiares. Aprendio el oficio de tonelero, y mas tarde, ejercio como artesano independiente. En torno a 1840, se adscribio al cartismo (movimiento de reforma social y agitacion de la clase obrera), tomando parte activa en sus violentas protestas. En 1842, sabiendose perseguido por las autoridades y temiendo su arresto inminente, Pinkerton marcho a Norteamerica. Vivio primero en Montreal y, mas tarde, en Chicago, para finalmente establecerse en la pequeña localidad de Dundee, Illinois, donde en 1843 abrio una toneleria. Orgulloso abolicionista, Allan puso sus propiedades al servicio del Underground Railroad, la red secreta de refugios e instalaciones empleada por los esclavos negros para escapar a los Estados libres o Canada (llegando incluso a dar cobijo a John Brown, el martir de la causa abolicionista, y once esclavos fugitivos a finales de 1858). En 1847, tuvo lugar un episodio que cambiaria para siempre su vida: buscando madera para la elaboracion de toneles en una isla despoblada del rio Fox, tropezo con una banda de falsificadores. Escapo sin ser advertido y, tras dar cuenta al sheriff del descubrimiento, colaboro en la detencion de la peligrosa banda. Fue asi que lo nombraron ayudante del sheriff del condado de Kane, para convertirse, ya en 1850, en el primer detective urbano de la policia de Chicago, trabajando ademas como agente especial del Servicio Postal estadounidense y colaborando en no pocas ocasiones con el Departamento de Tesoro.
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