AL privilegio de poder decirla sutil transparencia del plano,la fatal coincidencia del punto,la equilibrada velocidad del círculo,se opone, a quien oficia el verbo,la imperturbable serenidad del silencio.Al fin se sabeque en el secreto fondo de las cosasyace, en yacimiento de milenaria esencia,la ignea verdad liquida de luz,la verdad inasiblesino por la presencia del amor.Nacido en Buenos Aires en 1929 y fallecido a la edad de sesenta y cinco años, Angel Bonomini comienza a publicar sus primeros poemas tempranamente en la prestigiosa revista Sur que dirige Victoria Ocampo y con cuyos colaboradores Alberto Girri, Jose Bianco, Hector Murena traba amistad y comparte poetica.A traves del escritor Eduardo Mallea, formara parte de la redaccion del suplemento cultural de La Nacion como critico de arte.Poeta de obra breve pero exquisita, con un titulo en particular, Torres para el silencio, que merecio el premio de poesia Ciudad de Buenos Aires en 1983, se le conoce especialmente como narrador, al ser incluido su relato"Los novicios de Lerna"en la Antologia de la literatura fantastica del siglo XX, que prepararon Borges y Bioy Casares en 1972.
A veces siento una gran desconfianza por la escritura; creo que aunque sea subrepticiamente, uno, al escribir, cuenta cosas personales. ¿Y quién que pueda leer no es igual a uno? ¿Y quién que es igual a uno necesita que le cuenten lo que sabe? Pero mas saludable es no cuestionarse los actos inevitables, como este de contar que uno ha visto elefantes y, mansamente, responder a la urgencia de contarlo. Porque nadie cuenta nada por contar, sino porque se le impone el cuento que, asi, contado, se convierte no en el hecho que uno conoce, sino en el que es conveniente que los demas conozcan, escribio en el cuento Los lentos elefantes de Milan. Angel Bonomini (1929-1994).Esa inevitabilidad de los actos que vio o imagino Angel Bonomini convertida en relato se les impuso, una noche de septiembre de 1972, a Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, cuando ambos leyeron el cuento Los novicios de Lerma: Nos deslumbro. La historia esta admirablemente contada, con muchas sabidurias y todo en ella es un acierto, desde el agradable tono tranquilo hasta la descripcion y el ambiente del lugar, le confeso Bioy a Bonomini por carta.Cada cuento de Bonomini, ahora reunidos por vez primera, es un deslumbramiento a caballo entre la realidad y el sueño, en lo que la vida tiene de ambos, como ser testigo una mañana de febrero en ...
Fue Adolfo Bioy Casares, en uno de sus viajes a París, quien me habló por primera vez del escritor argentino Ángel Bonomini. Admirador de su obra, en 1972 le había transmitido el deseo de incluir uno de sus relatos, Los novicios de Lerna, en la Antologia de la literatura fantastica argentina del siglo XX , que preparaba con Borges.Ultimo representante de lo que en Argentina se conocio como literatura fantastica - movimiento ilustrado, entre otros, por Quiroga y Cortazar-, Angel Bonomini es dueño de una escritura cristalina que se conjuga perfectamente con la sombria atmosfera de enigmatica belleza desenvuelta en sus tramas. Todo en sus relatos -la manera de narrar, la intriga, las situaciones- se halla envuelto en una bruma misteriosa.