Bastaba con ver el miedo de mi madre y mi tía Clara ante los colilleros y los pobres desahuciados que se nos acercaban por la calle implorándonos la limosna. Figuras tan famélicas y devastadas como los cientos de mutilados de guerra que extendian sus muñones sobre las aceras, y a los que mi tia Clara si socorria siempre con las monedas de cobre del monedero. Eran los desechos de un ejercito cuyos soldados en alpargatas veia yo cada tarde con las tatas de delantales blancos en La Plaza del Museo.
Guía de supervivencia para profesionales con vocaciónSer consultor no se improvisa. Como toda profesión, tiene unas claves que hay que entender triunfar, relacionadas con el saber, el querer y el hacer. En el libro se aborda, con libertad de espiritu, buen humor y muy poco dramatismo todo lo que se debe hacer para ser un consultor exitoso y mucho de lo que no hay que hacer. La consultoria tiene mucho de arte, mucho de tecnica y muchisimo de sentido comun.Ademas hay que venderla. El vendedor de consultoria es consultor, y el consultor es vendedor de consultoria. Lo que se vende es confianza. El consultor nunca vende humo. Vende aire fresco en un ambiente mas o menos viciado. El humo lo venden los chamuscados de espiritu.Ser consultor no es facil. Y por eso no lo es cualquiera. El consultor autentico conoce al cliente y lo que necesita. Y no engaña. Por eso, entre cliente y consultor la palabra siempre es la misma: compromiso, que nace de la confianza mutua.Y todo esto hay que hacerlo con humor, ilusion y pasion. El consultor tiene uno de los trabajos mas bonitos y notables que una persona puede hacer: ayudar a las empresas y a las personas a mejorar.