De la misma llama es la autobiografía intelectual de quien soñó, en la adolescencia, con ser escritor. Recorre los años que van desde 1928 hasta 1989, entretejiendo vida y obras, fundamentalmente de poesía. Lo hace como anatomista de su escritura, alguien que inventaría, prolijo, lo que distingue después de mucho mirar y pensar, se lo dice, en la forma más llana, al lector.Berkeley (1960-1963) es la historia de quien deseaba vivir solamente para la literatura. Describe cómo escribió sus poemas, fusión del entonces presente norteamericano con los recuerdos de lo vivido en Buenos Aires y antes aún, durante la infancia entre Nueve de Julio y Carmelo.
De la misma llama es la autobiografía intelectual de quien soñó, en la adolescencia, con ser escritor. Recorre los años que van desde 1928 hasta 1989, entretejiendo vida y obras, fundamentalmente de poesía. Lo hace como anatomista de su escritura, alguien que inventaría, prolijo, lo que distingue después de mucho mirar y pensar, se lo dice, en la forma más llana, al lector.Los años en el Di Tella (1963-1971) cuenta de un período pródigo en publicaciones de poesía y de sociología. En esos años escribe el poema Corrupción de la naranja, el libro La mesa y muchos otros.
De la misma llama es la autobiografía intelectual de quien soñó, en la adolescencia, con ser escritor. Recorre los años que van desde 1928 hasta 1989, entretejiendo vida y obras, fundamentalmente de poesía. Lo hace como anatomista de su escritura, alguien que inventaría, prolijo, lo que distingue después de mucho mirar y pensar, se lo dice, en la forma más llana, al lector.
El plan original de esta obra preveía su terminación con el tomo VI (1928-1960). Cuando estaba avanzada la publicación del III (1972- 1979) y correspondía que empezara a ocuparme del V (1980-1989), decidí hacer algo distinto. No apostaría a que iba a tener todo el tiempo del mundo ni tampoco la salud. Elegí dar prioridad al períodoque me exigiría más trabajo, en especial por las ilustraciones y las búsquedas que serían necesarias. Con la ayuda de Oscar Balducci retomé y amplié mucho el acopio de imágenes empezado veinte años antes con él y con algunos amigos de Carmelo (Rubén Etchebehere, Eduardo Arbeleche, Julio C. Alonso). Simultáneamente Ana ClaraSuiffet en primera instancia y luego Elizabeth Fiorotto colaboraron para el ordenamiento y búsqueda de nuevos materiales. Mientras eso tenía lugar Mariana Vázquez pasabalos textos, revisados y retocados varias veces, con injertos hasta último momento. Victoria Franco, por su parte, luego de conversaciones con Rubén Fontana y siguiendo sus pautas, armó íntegros, con carácter de prueba, los dos primeros capítulos y a fines del 2006 lo hizo con sólo el texto de otros tres: VII, VIII y IX. El propósito eradejar para el final el capítulo III, por ser el más complejo y rico en imágenes, así como el Post scriptum, para el que había búsquedas en curso.