La sátira es según Quintiliano una creación enteramente romana, y Juvenal, con Horacio, su mejor exponente.Décimo Junio Juvenal, a pesar de ser uno de los mayores poetas satíricos romanos, es un desconocido para nosotros: apenas sabemos de seguro que nacio en Aquino (Lacio) en epoca de Neron (54-68 d.C.) y que murio durante el imperio de Adriano (117-138); probablemente participo en el ejercito y en la vida politica, residio en Roma en tiempo del emperador Domiciano y tal vez sufriera exilio. Sus Satiras, dieciseis repartidas en cinco libros, son el modelo universal del genero, que Juvenal deseo situar a la altura de las poesias epica y tragica y de la oratoria. Se refieren a la vida en la Roma contemporanea al autor, y tratan con una acidez despiadada y vitriolica a una variopinta galeria de personajes: son victimas de sus pullas los moralistas hipocritas, el estilo de vida en la urbe en la satira 3, que muchos consideran la mejor, el gobierno de Domiciano, las mujeres en la misogina satira 6, los literatos y los maestros, los que creen en la nobleza del linaje y los que sucumben a los vicios sexuales... Pocos son, en suma, los que se salvan de la quema. De Juvenal se ha apreciado, amen de la singular fuerza expresiva, la sinceridad de su colera y un inagotable ingenio que ha legado al acervo literario expresiones tan universales como panem et circenses, rara avis in terris y mens sana in corpore sano.Este volumen completa la imagen de la satira romana con Persio (34-62 d.C.), quien en su breve vida compuso seis satiras a la manera de Lucilio y Horacio, que, lejos de la colera de Juvenal, transmiten una rigurosa moralidad estoica.
Aparte de la tríada formada por Ovidio, Virgilio y Horacio, pocos autores de la literatura latina han ejercido una influencia tan sostenida en las letras europeas a partir del Renacimiento como Juvenal. Contemporaneo y amigo de Marcial -que le dedico tres amistosos epigramas-, vivio o padecio a lo largo de su extensa vida (ca. 50-128 d.C.) los gobiernos de numerosos emperadores, desde Neron hasta Adriano. De el se conservan dieciseis poemas (uno de ellos, el ultimo, incompleto) repartidos en cinco libros y conocidos habitualmente con el nombre de Satiras. Genero literario tipicamente latino al cual dieron lustre asimismo Horacio y Persio, la satira es una composicion en la que el autor pretende poner de manifiesto y fustigar los vicios, defectos y desatinos tanto de personas individuales como de la colectividad. Asi, no es de extrañar que, andando los siglos, quien fuera el mas grande de los satiricos romanos tuviera en la España de los ultimos Austrias el mejor y mas directo de sus descendientes, Francisco de Quevedo. La naturaleza humana cambia en sus adornos y manifestaciones, pero es practicamente inmutable en su esencia: este es uno de los axiomas de la satira y lo que da al genero su caracter imperecedero. Por todo ello, Juvenal -su inteligencia inmisericorde y su ardoroso impulso, como apunta en su Introduccion Francisco Socas, autor de esta afinada traduccion y de las notas que la acompañan- conserva hoy toda su vigencia.