Dolores Ibárruri Gómez, Pasionaria o La Pasionaria (Gallarta, 1895-Madrid, 1989), nació en Vizcaya en el seno de una familia de mineros. Participante precoz y muy activa en las luchas obreras, se trasladó a Madrid al proclamarse la II República, régimen por el que fue encarcelada en varias ocasiones. De verbo electrizante e implacable espíritu, su actuación en la Guerra Civil la convertiría en el referente del Partido Comunista de España. En su exilio en la Unión Soviética continuó con su militancia y alcanzó el cargo de Presidenta de El Partido, tras haber sido su Secretaria General durante lustros. Vuelta a la añorada patria en 1977, fue elegida con 82 años como diputada a Cortes de la democracia, si bien su papel ya fue más simbólico que efectivo. A ella se deben unas interesantes memorias en dos partes (El único camino y Me faltaba España), la dirección de la obra en cuatro tomos Guerra y Revolución en España 1936-1939 y el prólogo y coordinación de este Bajo la Bandera de la España Republicana, publicado por vez primera en la mítica Editorial Progreso de Moscú a finales de la agitada década de los 60 del siglo pasado.
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La agitada historia de España, que ve surgir la dictadura de Primo de Rivera, acompasa el creciente comopromiso político y la formación teórica de esta mujer que invade un mundo tradicionalmente masculino, el d la politica, y que causa una autentica conmocion en su medio, cuando se decide a escribir bajo el seudonimo que adquiriria años mas tarde caracter de emblema, Pasionaria.(De la Introduccion de Maria Jose Capellin)
"En casa de Dolores, la tertulia tiene lugar siempre en derredor de la mesa del comedor. Como corresponde. En dos o tres ocasiones, al terminar nuestras entrevistas filmadas, ella nos invitaba a tomar un ligero refrigerio. Y habia que ver como andaba buscando, para obsequiarnos, extrañas bebidas, de esas que solo se hallan en casa de un abstemio. Un aguardiente amarillento, envjecido en el sueño del aparador, un champagne bulgaro de sabor a manzana, o un licor español traido Dios sabe cuando por algun compatriota. Aun asi, no sabian mal, no, esos sorprendentes brebajes que Dolores se afanaba en buscar por insospechados rincones de la casa. Quiza porque venian acompañados de un buen cafe, de exquisito bizcocho fabricado por la dueña de la casa y de una animada charla, insustancial y ligera, liberados ya del ojo avizor de la camara.En esas tertulias, Dolores gusta abordar las cosas en sus pequeños detalles. Bien sea para contarle de alguna costumbre rusa, de cierta caracteristica peculiar de los sovieticos, o para recordar y preguntar acerca de las cosas de España. Recuerda una calle, un pueblecito, describe determinado lugar o enumera las no se cuantas formas de cocinar el bacalao. Es experta en esto ultimo.¿Quien va a discutir la primacia de las mujeres vascas cuando se meten en la cocina?"
«Gracias a los sacrificios de ayer, la victoria que entonces se nos hurtó hoy comienza a conquistarla nuestro pueblo. Y en su nombre, en nombre de este pueblo nuestro, que no olvida a los amigos que