Mariana y Nicolás recogen moras cuando ven a unos cazadores que se acercan por el barranco. Escondidos observan cómo varios cóndores son abatidos, pero no pueden hacer nada por evitarlo. Al día siguiente, los niños regresan al mismo paraje y allí, entre las ramas… ¡un huérfano de la matanza chilla desesperado! Los dos hermanos, junto a su amigo Sebas, se encargarán de criar al pequeño cóndor hasta que pueda valerse por sí mismo y volar en el cielo azul de los Andes colombianos. Aunque, quizá, sea entonces cuando más protección necesite.
Tres jóvenes colombianos que forman parte de una expedición --enviada por el jardín botánico de Miami a la selva del Chocó-- sospechan que el real objetivo de la misma no es la supuesta búsqueda de flores desconocidas si no otra: los gringos han descubierto el diario escrito por un medico colombiano, hace mas de medio siglo, en el que aparece un portentoso remedio contra el cancer hecho con sustancias naturales conocido por el brujo de la region, cuya efectividad el medico verifico en su momento.Un heredero de aquel conocimiento indigena, analfabeto, de taparrabo y collar de colmillos que hace de guia se empeña en evitar, junto con los jovenes, el robo de semejante tesoro. Es este un alegato contra el intento de las grandes multinacionales de apoderarse del conocimiento de los pueblos indigenas, de su entorno natural, una voz de alarma contra la creciente destruccion de estas regiones.