Cuando el ejército nazi invadió Polonia en 1939, Emmanuel Ringelblum -profesor, historiador, militante socialista y sionista- se hallaba en Ginebra, pero decidió, guiado por un deber cívico, volver a Varsovia, su cuidad. La voluntad de registrar en caliente los acontecimientos le llevo a crear, ayudado por una serie de colaboradores, un archivo cuyo material, ademas de fundamental para una posterior reconstruccion historica, sirviera clandestinamente a los aliados como fuente de informacion.