Emilio Blanco Castro

El Parque Natural de Los Alcornocales, con sus 170.000 m2 de extensión, pone ante nuestros ojos una enorme diversidad de paisajes y formas de vida. En su arrugada superficie, con picos que superan los mil metros de altura y profundos valles poblados por frondosos bosques, conviven todo tipo de aves, mamiferos, insectos, reptiles y una gran diversidad de vida vegetal. Este libro supone una visita guiada por todos sus rincones, y esta ilustrado con bellas fotografias que muestran la realidad dentro de los limites de esta extraordinaria reserva.

Siguiendo la línea de otras obras como Zonas húmedas litorales. Un privilegio valenciano, la obra que hoy presentamos nos propone un recorrido por los aguazales manchegos. Su flora, su fauna y los paisajes que los acompañan son objeto de un cuidado reportaje fotografico de Angel Araujo por el que discurren los textos de Joaquin Araujo, Isaac Vega y Emilio Blanco Castro. Texto e imagen nos permitiran admirar, en una cuidada edicion encuadernada en tela y con estuche, la belleza y riqueza natural de parajes como las Tablas de Daimiel, las Lagunas de Ruidera las Llanuras de Oropesa, Lagartera y Calera y Chozas o las Lagunas del señorio de Molina entre muchas otras.

El objetivo de esta guía es servir de ayuda para conocer y reconocer los más de 100 especies de árboles que se pueden ver en la Comunidad de Madrid. A veces los hemos visto, pero una incompleta información nos ha impedido reconocerlos y quizá respetarlos. Sin embargo no sólo se ofrecen datos botánicos sino que se apuntan muchos otros relacionados con cada árbol: históricos, lingüísticos, utilitarios, literarios, artísticos, etnográficos; todo ello escrito de forma amena y original e ilustrado con abundantes fotografías. Desde los árboles autóctonos de Madrid, a los autóctonos de otras partes de España, pasando por los alóctonos venidos de todos los continentes y los árboles raros en Madrid. Se sugieren, además, rutas por la Comunidad y por los principales parques y jardines de Madrid donde poder contemplar estos maravillosos, silenciosos e imprescindibles compañeros que son los árboles.