El poemario más personal y riguroso de Enrique Villagrasa, libro de madurez de uno de los comunicadores de poesía más intensos de nuestro país. En una continua reflexión sobre el lenguaje el autor reflexiona asimismo sobre sus espacios vitales, donde la poesia no es solo un referente sino el aliento que lo hace avanzar y el ancla que lo une al mundo.
Son reflexiones encadenadas, una prosa poética reflexiva, cargada de pasado y repleta de referentes personales... con música por dentro, aferrada a un autor conocedor del lenguaje, lector de Vargas Llosa, Hilario Tundidor y otros poetas a quienes tutea en primera persona.
El Alzheimer es el laberinto y la poesía es tu hilo: es el relámpago en la noche, es el fulgor eterno; pero los anémicos poetas cerebrales no entienden: no entienden de versos, ni de relámpagos saben.Es un diario escrito con una prosa lirica, no poesia al uso, de solidaridad filial y de dolor, poema en 50 fragmentos terribles, donde anida la intensidad emocional. Si lo que uno escribe no sirve para estos momentos esta demas. Es por tanto mi experiencia personal convertida en poesia, para hacer de la poesia una imagen de la vida, con sus contradicciones, grandezas y detalles.Es un dietario poetico tierno, hondo, amigable, cotidiano. Es un libro donde se trasciende el dolor, el poeta guarda la distancia. Creo que este poemario puede llegar a cualquier lector aunque no haya vivido ni intuido esta dolorosa experiencia.Esta claro que la rabia, el dolor, la impotencia, la aceptacion y otras emociones estan ahi en estos fragmentos poeticos, y se agolpan en quien habla de una vivencia tan cercana, pero no describo nada y si intento comprender y exorcizar.
Ediciones de la Isla de Siltolá, S.L. 9788415422471
Lectura del mundo es la última gestación socioemocional del poeta Enrique Villagrasa, nacido en tierra de secano (Teruel) y reinventado a base de palabras y emociones en la siempre adorada, y bañada por el mar, Tarragona. El nuevo poemario de Enrique no nace en estas dos ciudades. Se crea en Zaragoza, cuando el autor apoyo un acto del gran poeta y escritor Jaime Siles, y se imprime en Sevilla tras el interes de un editor andaluz por publicar buena poesia. Andaba buscandola y la encontro. Lo ha contado hoy Villagrasa en su presentacion, hace unas horas, mientras citaba las redes sociales como elemento de comunicacion utiles. ¡Y cuanta razon tienes Enrique!
Sé que he perdido un paisaje; pero, lo que no sé es qué paisaje he perdido. Y sé también que mi poesía es un paisaje de dudas como el otoño. Sobre todo esto escribo y reescribo y, por supuesto, siempre queda algún resto de lo (re)escrito anteriormente en todos mis textos. Así, Paisajes de Mar es todo lo que yo he escrito, porque en la página camina mi voz y la palabra es el silencio sido. Es como un recobrado palimpsesto, donde todavía hay huellas de esa escritura anterior o primera. Y Paisajes de Silencio es todo eso, pero desde la memoria de los recuerdos de mi infancia y primera juventud hasta un más que posible adiós poético. Y, cómo no, un homenaje a Manuel Machado que siempre decía que él sólo escribía lo que sobrevivía a un lento proceso interno de eliminación y corrección, quedando así el poema acabado, "no porque esté mejor o peor, sino porque no puede estar de otro modo. Esta dolorosa selección interna me hace lento y poco fecundo y me fatiga bastante, no por lo poco que escribo, sino por lo mucho que dejo de escribir". Así pues, imbricado en esta estética manuelmachadiana, digo como él en su 'Retrato': "Ésta es mi cara, ésta es mi alma; leed