En esta serie, a partir de tres años, encontramos situaciones domésticas en las que aparece la fantasía como un elemento fundamental en la relación que Nico establece con sus juguetes.
Estos dos elementos se han combinado de tal manera que hoy el país trasciende el cliché. No queda prácticamente nada de los amerindios y los sucesivos colonizadores fueron dejando huella. Los españoles construyeron magnificos palacios e iglesias, los britanicos planificaron el centro de La Habana y los esclavos africanos trajeron su cultura, cultura que sigue siendo el ritmo vital de la Cuba moderna. El aislamiento en que ha vivido durante la presencia de Fidel Castro esta desapareciendo y cada vez apetece mas conocer no solo la interesante mezcla historica que constituye la poblacion cubana sino tambien la arquitectura y el clima, con sus dias largos y soleados, perfectos para disfrutar de las playas o de los maravillosos paisajes caribeños.Al aterrizar en La Habana se tiene la impresion de haber llegado a una ciudad recien bombardeada. El deterioro de algunos barrios, la amenaza de ruina de bellas e inmensas mansiones y los mordiscos que el paso del tiempo y la falta de recursos dieron al Malecon, provocan la sorpresa del viajero. Pero, en contra de esa primera decepcion, surge una atrayente atmosfera dificil de definir, que de inmediato hace posible el disfrute de la belleza de la ciudad mas alla de la heridas causadas por las restricciones que padece.La Habana es un enjambre bullicioso que se pega en el alma de quien la visita, algo que busca siempre el que vuelve a Cuba. Bellos mulatos e impresionantes mulatas, rasgos orientales aqui e ibericos alla, encantadores ancianos de apacible sonrisa, pillos en busca del dolar, escolares sonrientes y uniformados a la salida de las escuelas... forman una suerte de crisol de todos los colores que habla de una identidad forjada a base de pacificos mestizajes.
Son las "tres gracias" que el viajero busca con mayor interés en una ciudad: una densa historia que haya acumulado a través del tiempo bellos ejemplos monumentales, interesantes museos, obras de arte, leyendas... Singularidad inconfundible, es decir, tipismo; y plasticidad ambiental, es decir, pintoresquismo. Cuenca cumple con el requisito al conjugar estas tres gracias concedidas por el hombre y la naturaleza porque desde fuera es paisaje tipico y pintoresco y una vez dentro densa monumentalidad. La Cuenca historica, antigua, se encarama en una alta plataforma rocosa abrazada por las hoces de dos rios, el Jucar y su afluente el Huecar que forman a sus pies dos pequeños valles naturales de cambiante colorido vegetal segun las estaciones.Al asomarnos a los numerosos balcones que circundan la ciudad vieja siempre la mirada se despeña: hacia el Huecar y su hoz, hacia el Jucar y la suya. La primera es una continua huerta encajonada alla abajo en la que se dibuja el fino trazo, como un garabato azulado, del breve rio que, un poco mas alla, llevara su hilo de agua al Jucar. Este es mas esquivo a la vista vertical porque es mas frondoso, de arboles esbeltos, de juncos y musgos roquerizos que nos envian su frescor cuando en el verano a el nos asomamos desde la altura de la ciudad. Y estas son las dos maneras de mirar Cuenca: de abajo arriba y de arriba abajo. No hay mas formas, porque dentro, en sus calles, no hay horizontal ya que solo son cuestas y sinuosidades.Los rios Jucar y Huecar han tallado una plataforma rocosa sobre la que se asienta, y se desborda colgante en los precipicios, la ciudad de Cuenca.En plena serrania, rodeada de una naturaleza sembrada de coniferas, con impresionantes parajes fantasticos originados por la erosion, esta bella ciudad alberga un rico patrimonio historico-artistico digno de conocer.