Fernando Marías, página 2 de 4

La entrevista del periodista Luis Ferrer a un mítico líder guerrillero, inicia una trama que nos arrastra de la dictadura de los Coroneles en la imaginaria República de Leonito, al París ocupado por los nazis. En este vertice de escenarios, Ferrer descubrira lo que pudo haber sido su verdadera y aterradora identidad.

Los personajes de José María Arrasadera, productor de cine, y Fernando Marías, escritor a su servicio, se trasladan a Lekeito, un pueblo pesquero vasco donde Fernando pasó parte de su infancia, para llevar a cabo un proyecto audiovisual. Se cruzan en su camino una mujer fantasmagorica y un hombre centenario que desea contar el secreto que ha lacerado su corazon. Ambos estan relacionados con los sucesos que durante la guerra civil española se conocieron con el nombre de combate del cabo Matxitxako, una epica gesta en la que un grupo de barcos pesqueros (los bous bacaladeros), rudimentariamente armados se enfrentaron al poderoso crucero franquista Canarias. La desigual lucha que duro poquisimo tiempo encierra las esencias de esos valores humanos que alientan al debil en defensa de sus ideales contra fuerzas infinitamente mas poderosas.

"Un guionista recibe el encargo de escribir el argumento de una película que se llamará ""El vengador del Rif"". Esto lo lleva a conocer un manuscrito cuya historia se desarrolla en 1908. El Marruecos español de principios de siglo, la Semana Tragica de Barcelona, los terribles sucesos del Barranco del Lobo son los escenarios en los que transcurre una aventura de ambicion, honor y muerte tras la que acecha el amor."

El mal, la tortura, el endemoniado testamento de un hombre que parece mover los hilos de las vidas de los demás y la violencia que engendra la dictadura de los Coroneles en la isla caribeña de Leonito, son los ejes de la trama de esta novela que se plantea como una constante resolución de enigmas. A partir del encargo que recibe Luis Ferrer de entrevistar a un guerrillero indio se desarrolla una trama que transcurre en escenarios tan diversos com el París de la Resistencia, la Alemania Nazi o la montaña Sagrada de los indios de Leonito.... Dos hombres, dos destinos cruzados: el perverso Lars y el impostor ciudadano Laventier son los grandes protagonistas de una historia turbadora que consigue apretar las teclas exactas de la intriga. Será a través de Luis Ferrer que el lector conocerá a estos inolvidables personajes.

Diego Velázquez (1599-1660) es uno de los pintores que hoy consideramos entre los grandes artistas de todas las épocas; con Francisco de Goya y Pablo Picasso compone el trío de los pintores españoles más ilustres. Pero si la fama artística de la que gozaron estos dos últimos en vida se prolongó después de su muerte, no es éste el caso del sevillano. A partir del siglo XVIII, la estrella del pintor de Felipe IV comenzó a declinar y no volvió a brillar hasta su redescubrimiento por parte de los artistas franceses del impresionismo, que lo consideraron un precedente inspirador; tras ellos, a partir de fines del siglo XIX, vendrían los estudios de los historiadores del arte y su apoteosis definitiva. Es evidente que esta circunstancia no sólo se debió al limitado acceso que se tuvo de la mayor parte de su producción, encerrada hasta la fundación del Museo del Prado entre los muros de las residencias reales madrileñas; también fue responsable el propio estilo velazqueño y el género predominante de su producción artística, el retrato, tan íntimamente ligado a su concepción de la pintura. Ese aislamiento -artista privado más que público- también formó parte de la vida y la obra de Velázquez mientras vivió. Pintor del rey desde los veinticuatro años, sus cuadros principales pocas veces salieron de entre los muros del Alcázar, del Buen Retiro, de la Torre de la Parada camino de El Pardo; algunos coleccionistas atesoraron algunas de sus escasas pinturas de historia, de mitología, pero la mayoría de ellas, los retratos, colgaron aislados, privadamente, de los muros de las residencias de sus modelos y sus descendientes. Su estilo tampoco invitó durante muchas décadas a buscar su lección; si a comienzos del siglo XVII su naturalismo retratista era una bandera de modernidad y rebeldía frente a las tradiciones del Renacimiento, el clasicismo que se instauró en el XVIII miró con displicencia lo que para sus creencias no era sino una inadmisible limitación. Y sin embargo, la lucha artística de Velá

Estamos en el año 2025 y el mercado editorial ha cambiado mucho. En una isla del Caribe, La Isla del Filibustero, tiene lugar una convención de comerciales para concretar la promoción de un producto llamado Ludycal Implant y un Chip Literario Autoimplantable, CLA, que permite "sentir" una novela sin necesidad de leerla. Antes de dirigirse a ese destino, los empleados pasan unos días en Costa Rica. El capitán de una lancha bebe ron acodado en la barra de un bar mientras ofrece a los turistas una aventura: salir a buscar al gran cocodrilo asesino.

Un desconcertante thriller psicológico sobre la venganza y sus límites. Me suicidé hace dieciséis años. Es un tiempo más que suficiente para que usted me haya olvidado, Delmar, o al menos para que se haya desdibujado en parte la nitidez de mi recuerdo. Por eso, y como antes de nada me gustaría presentarme adecuadamente, voy a pedirle que haga un esfuerzo, que obligue a su mente a remontar el embotamiento alcohólico -porque está borracho, ¿verdad?, borracho como siempre- y traslade su memoria veinte años atrás, a los últimos días de 1970, cuando usted era un joven y brillante comisario de policía, el más condecorado de la ciudad y también el más pagado de sí mismo y de su inquebrantable dureza, el más orgulloso de sus éxitos, incluso el favorito de la prensa frívola, Así empieza esta inquietante novela de Fernando Marías una novela imposible d dejar después de leer sus primeras líneas.

El monasterio de El Escorial, erigido por el monarca más poderoso de la Europa del siglo XVI, constituye el edificio más emblemático de la arquitectura española. No sólo fue considerado en su época como la Octava Maravilla del Mundo y como el nuevo templo de Salomon, sino que tambien transformo de manera radical las tradiciones arquitectonicas del Renacimiento español.

Francisco de Goya era un artista muy famoso que pintaba para el Rey. Se quedó sordo tras una larga enfermedad, pero esto no le impidió enseñar a los niños a dibujar en la escuela de sordomudos. Una mañana, mientras Goya daba clase, estalló una revuelta en las calles de Madrid. Ana, una muchacha a la que quería retratar, le salvó la vida y gracias a ella pintó un famoso cuadro que hoy podemos ver en el Museo del Prado. ¿Sabes cuál es?

¿Murió García Lorca realmente en 1936? Lo único cierto es que jamás se encontraron sus restos, que sólo conocemos lo sucedido de forma fragmentaria y que aún faltan muchas piezas que juntar en este siniestro rompecabezas. La respuesta se va desgranando poco a poco en boca de un viejo vagabundo y borracho, el mismo que hace cincuenta años encontró por casualidad a un joven moribundo tirado al borde de un camino y, sin conocer su identidad, le salvó la vida. ¿Qué fue a partir de entonces de aquel joven? ¿De qué manera sobrevivió a la guerra? ¿Por qué estos hechos quedaron olvidados hasta hoy?

Fernando Marías y Javier Olivares hacen su particular homenaje al género de aventuras a través de cuatro historias en las que un pirata, un bandolero, un zombi y un extraño hombre de las nieves nos hablan de las debilidades del corazon humano.