Francesc Serés

Los viejos caminos del Bajo Cinca y del Segrià se han perdido y han dado paso a nuevas sendas que continúan por Europa y África y llegan hasta Rumanía y Ucrania, hasta Mali, Senegal, Camerún, China y

Diecisiete relatos situados en escenarios de Cataluña que van desde la costa al interior, del Delta a los Pirineos pasando por la Terra Alta, desde las últimas colonias industriales a la Barcelona olímpica, en un paisaje cuya cronología abarca desde los años setenta hasta el presente. En estos relatos el lector encontrará personajes sin biografía, ya sean operarios, pirómanos, curanderas o cazadores de relámpagos, que empujan el realismo hacia lo irreal.

FRANCESC SERES (Zaidín, Huesca, 1972) es autor de libros de poesía y de la trilogía De estiércol y de mármoles, que aparecerá íntegramente en esta colección. El árbol sin tronco es la segunda novela de la trilogía.«Un gran tapiz que combina lo real con lo simbólico a la manera de Porcel de Andratx, de las fantasías de decadencia y extinción de Faulkner y Juan Benet, de la epopeya árida de Guimaraes Rosa.» Julia Guillamon, La Vanguardia «Francesc Seres posee el precioso don de una prosa que promueve, con sencillez y delicadeza, una sutil melancolía.» Francisco Solano, El País

«La periferia era el peligro, el juego desconcertante y seductor de no saberse a salvo, de no saber qué sucede. Nadie era el mismo cuando estaba en el pueblo que cuando estaba en las afueras. Nosotro

El frente pasó y la guerra también, como tantas otras, porque ninguna guerra es la última; quizás no haya carnicerías, pero los hombres se tienen que tragar una humillación diaria y repetida, y no se puede hacer nada más que encajar los golpes que recibes mientras los intentas devolver, porque ninguna guerra se detiene jamás; en la tierra todo continúa y pasa sin importancia, porque lo que a los hombres nos parece desproporcionado, a la tierra le parece poca cosa, jamás se ha detenido el sol por la muerte de nadie.

Ola Yevguenieva, Vera-Margarita Abanserev, Vitali Kroptkin, Aleksandr Volkov i Iosif Bergxenko eren per a mi uns escriptors desconeguts abans que Anastàssia Maxímovna em fes arribar els seus contes.

«Què diu un cap? »Amb aquesta pregunta enceta Assís la narració d'un trajecte que travessa els espais on ha viscut, els espais que 1'han viscut. El mercat, la biblioteca, la granja, el cinema... els

Un mur separa el reialme Blanc del reialme Negre, dos reialmes idèntics que formen el país dels Escacs, un país de blancs i negres on els matisos són mal vistos. Hi ha peces, però, que no veuen les coses de la mateixa manera que les autoritats. És el cas del peó A, que pensa que no ha de ser forçosament el peó que tothom espera que sigui, un peó conscient que en la lluita entre els dos bandols els peons són els més perjudicats, un peó que treballara per entendre la història que els ha portat on són i per recuperar una convivència raonable.

Cuentos rusos es la pretendida antología de cinco de los mejores escritores rusos contemporáneos a cargo de Francesc Serés.Ola Yevguénieva, Vera-Margarita Abansérev, Vitali Kroptkin, Aleksandr Vólkov y Iosif Bergchenko eran para mi autores desconocidos antes de que Anastasia Maximovna me hiciese llegar sus cuentos. Despues de leerlos uno piensa que forman parte de una ficcion sobre una ficcion. Todo lo que sucede en sus relatos construye la historia de un territorio, de un pais que podria ser del todo imaginario.Incluso la realidad: la historia de Rusia del ultimo siglo y medio, ¿no podria ser pensada como una enorme fabula? Un pais tan grande que parece mentira que pueda existir, que ha escrito epopeyas de una magnitud inconcebible y que ha provocado y padecido terremotos que se perciben alrededor del globo.Como si la ficcion solo se pudiese entender desde la ficcion, estos cuentos describen un arco historico que va desde aquel supuesto principio de los tiempos que es el siglo XIX hasta las lineas de bajo coste; desde la recreacion de algunas fabulas tradicionales hasta la dificil relacion de Rusia con el siglo XXI. Los cuentos hablan de Rusia desde Rusia, lejos de las corrientes que intentan hacer desaparecer el lugar en el no-lugar o diluir el yo y el nosotros en las sociedades liquidas. Son cuentos fisicos, concretos, los personajes no padecen angustias existencialesfrancesas, se alejan de ironias serviles y esquivan el postmodernismo ubicuo que desprecia formas e identidades culturales.

Una historia de amor imposible con un final inevitable, una búsqueda que lleva a los hombres más valientes al corazón de la taiga, una partida de ajedrez que se juega más allá del tablero...En Tres cuentos rusos de Francesc Seres se incluyen los relatos La casa de muñecas ruras, El camino que hay en medio del bosque y La prenda. Su libro Cuentos rusos, donde estos relatos fueron publicados porprimera vez, resulto merecedor del Premio Ciutat de Barcelona de Literatura 2010 y el Premio de la Critica 2010.

Escrito a modo de entrevistas, a caballo entre la narrativa y el testimonio, este libro reúne las historias de personajes con los que cada día nos cruzamos sin que lleguemos a conocerlos. Vidas anónimas que llevan dentro su propia novela, su propia tragedia, sus propios deseos y miedos: la materia prima de las grandes novelas.Aviso de lecturaPara algunos este conjunto de narraciones testimonio pudiera ser algo semejante a encontrarse con un aguafiestas en medio de una feliz reunion de cumpleaños (en el cumpleaños del jefe por ejemplo, suponiendo que nos hayan invitado). En todo caso comprobara que se trata de un aguafiestas discreto, educado, solvente. Su voz no es ni chirriante ni agresiva. Simplemente se dedica a preguntar como nos va en ese trajin que llamamos vida. Y unos cuantos personajes nos lo cuentan bien, mal, podria ser peor, que quiere que te diga. Erase una vez la vida. Hay un narrador que oye y narra. Deja que los sueños y los fracasos tomen la palabra. Una galeria de personajes que suben a la pasarela y sin poses de figurin muestran el debe y el haber. Vidas ordinarias, no extraordinarias. La narracion muestra de cada dia danosla hoy y perdona nuestras deudas e hipotecas, asi como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Sueños, trabajos y deudas, la materia prima con la que construimos loa ficcion del cada fin de mes.Y a quien dios se la de san pedro se la bendiga.Criticas: Materia prima nos confronta con las exigencias por la supervivencia, esto es por aspirar a una vida digna, en un mundo cada vez mas deshumanizado. Una aspiracion basica, simple en apariencia, que sin embargo, dia a dia, adquiere tintes cada vez mas epicos. Blog Lamentos de un marino varado en tierras de secano-Si, claro que me ha gustado. ¿Como no me iba a gustar? Ademas Seres escribe de maravilla. Se me hace raro encontrar un escritor al que le importan tan poco las florituras artisticosintaticas. Seres parece haber reducido el lenguaje al nivel del tema tratado, depurandolo hasta convertirlo en un dialogo que cualquiera de nosotros mantenemos con nuestros vecinos o amigos. Le importa la gente y se nota que lo unico que le interesaes llegar cuanto antes al objetivo del libro. / -La materia prima. / -Si. La materia prima. Blog La medicina de Tongoy

Les entrevistes, croniques i relats de La materia primera situen al lector en l'ara i l'aquí, a la Catalunya de començament d'aquest mil·lenni.Francesc Seres descriu les voluntats que mouen la classe mitjana, els afanys per tirar endavant, pero tambe les contradiccions i els equivocs que constantment els tornen a posar al lloc que els toca, cadascu en el seu mon. No hi ha realitat, nomes hi ha realitats, narracions de la realitat: camioners que han de comptar quilometres, infermeres que no poden dormir, expropiats per trens que mai no podran agafar i teleoperadores de per vida, entre d'altres, entren i surten d'aquest escenari on mai no passa res i tot passa sense que potser ningu no ho vegi.

Cuentos rusos es la pretendida antología de cinco de los mejores escritores rusos contemporáneos a cargo de Francesc Seres. Ola Yevguenieva, Vera-Margarita Abanserev, Vitali Kroptkin, Aleksandr Vólkov y Iosif Bergchenko eran para mi autores desconocidos antes de que Anastasia Maximovna me hiciese llegar sus cuentos. Despues de leerlos uno piensa que forman parte de una ficcion sobre una ficcion. Todo lo que sucede en sus relatos construye la historia de un territorio, de un pais que podria ser del todo imaginario.Incluso la realidad: la historia de Rusia del ultimo siglo y medio, ¿no podria ser pensada como una enorme fabula? Un pais tan grande que parece mentira que pueda existir, que ha escrito epopeyas de una magnitud inconcebible y que ha provocado y padecido terremotos que se perciben alrededor del globo. Como si la ficcion solo se pudiese entender desde la ficcion, estos cuentos describen un arco historico que va desde aquel supuesto principio de los tiempos que es el siglo XIX hasta las lineas de bajo coste; desde la recreacion de algunas fabulas tradicionales hasta la dificil relacion de Rusia con el siglo XXI. Los cuentos hablan de Rusia desde Rusia, lejos de las corrientes que intentan hacer desaparecer el lugar en el no-

Recull de trenta set relats breus sobre l'amor i la seva parella, el desamor. És una crònica sentimental, però també un exercici sobre les possibilitats del conte i de la parella. Precís, subtil

Ola Yevguènieva, Véra-Margarita Abansèrev, Vitali Kroptkin, Aleksandr Vòlkov i Iosif Bergxenko eren per a mi uns escriptors desconeguts abans que Anastàssia Maxímovna em fes arribar els seus contes.

"Temps era temps que homes i maquines signaren un pacte sense lletra que els feia servar un respecte antic per la terra. Aquesta, pacient, els deixava fer." "De fems i de marbres" es la trilogia que aplega "Els ventres de la terra", "L'arbre sense tronc" i "Una llengua de plom", novel·les d'homes i dones trencats pels signes del temps del segle passat, pels llocs en que els ha pertocat viure, pels canvis del camp i de la ciutat, per totes i cadascuna de les victories i les derrotes amb que han acabat les batalles que han viscut. De la ma de Francesc Seres ens endinsem, amb una ductilitat linguistica sorprenent, en un mon mitic mes enlla de la frontera que hi ha entre la vida i la literatura, en l?univers inesgotable d?un dels escriptors mes brillants dels nostres temps.

Som a les acaballes del segle passat i, asseguts a la punta dels anys, mirem enrere i anem passant fulls que ens condueixen fins a uns inicis boirosos, uns temps que ja contenen les llavors de tot el que sesdevindra. Som al mig de la Vall, decorat immens per on transiten els personatges que habiten aquestes narracions, que malden per continuar-les una mica mes; persones que, decada rere decada, es passen el testimoni duna derrota sense final. Cronica implacable dun temps que cau, Una llengua de plom esdeve un album fotografic brillant i torbador dun mon que es va desfent, com si fos fang, sota els peus i ofereix al lector un magnific festiliterari esclatant i enlluernador.

Escrito a modo de entrevistas, a caballo entre la narrativa y el testimonio, este libro reúne las historias de personajes con los que cada día nos cruzamos sin que lleguemos a conocerlos. Vidas anónimas que llevan dentro su propia novela, su propia tragedia, sus propios deseos y miedos: la materia prima de las grandes novelas. Aviso de lectura Para algunos este conjunto de narraciones testimonio pudiera ser algo semejante a encontrarse con un aguafiestas en medio de una feliz reunion de cumpleaños (en el cumpleaños del jefe por ejemplo, suponiendo que nos hayan invitado). En todo caso comprobara que se trata de un aguafiestas discreto, educado, solvente. Su voz no es ni chirriante ni agresiva. Simplemente se dedica a preguntar como nos va en ese trajin que llamamos vida. Y unos cuantos personajes nos lo cuentan bien, mal, podria ser peor, que quiere que te diga. Erase una vez la vida. Hay un narrador que oye y narra. Deja que los sueños y los fracasos tomen la palabra. Una galeria de personajes que suben a la pasarela y sin poses de figurin muestran el debe y el haber. Vidas ordinarias, no extraordinarias. La narracion muestra de cada dia danosla hoy y perdona nuestras deudas e hipotecas, asi como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Sueños,