Las convulsiones de finales de los sesenta y principios de los setenta se extendieron rápidamente por todos los sectores de la vida
social y económica. Para conjurar la amenaza, las elites de los cí
La caza de los esclavos fugitivos, de los negros, de las brujas, de los indios, de los pobres, de los exiliados, de los judíos, de los sin papeles Este tipo de cazas no se resume en una técnica de p
«¡Qué buen blanco! Voy a tratar de ir por detrás para tenerlo bien en la mira». Esta frase no la pronuncia un piloto de un avión de combate, sino alguien cómodamente instalado en una base militar de