La urgencia se transforma día a día en un imperativo de la época. Lejos estaba de imaginarlo cuando en el año 1996 diseñé un espacio de formación para los estudiantes de la facultad de psicología, instalado en las guardias de los hospitales (...) El hospital, las guardias, las admisiones, las intervenciones en situaciones complejas me apasionaban, despertando un profundo interés. Allí muchos analistas orientaron mi práctica y con los años se fueron estableciendo, con muchos de ellos, sólidas transferencias. Luego, en la Escuela de la Orientación Lacaniana, reunidos en un banquete y concernidos en las enseñanzas de Lacan en la clínica, la política y la episteme, encontré analistas ciudadanos causados por el psicoanálisis puro sostenido en el dispositivo del pase e interrogados a la vez por las nuevas tácticas que la época exige (...) Estos recorridos fueron dejando su marca y la formación de un grupo de trabajo se ha ido plasmando en el interior de la cátedra, promoviendo que las elaboraciones colectivas preserven la singularidad de cada analista, ubicado aquí en espacios de transmisión. Esta publicación tiene ese espíritu y está dirigida a estudiantes y practicantes del psicoanálisis con quienes sostenemos una conversación desde hace muchos años y que en estos últimos tiempos, como en una banda se Moebius, se desliza entre la Universidad, el hospital, los espacios de formación. (...)
La urgencia se transforma día a día en un imperativo de la época. Lejos estaba de imaginarlo cuando en el año 1996 diseñé un espacio de formación para los estudiantes de la facultad de psicología, instalado en las guardias de los hospitales. Tampoco supuse que cientos de alumnos por año transitarian "Clinica de la urgencia".
La propuesta de Inés Sotelo apuesta por la creación de un dispositivo de atención y tratamiento de la urgencia subjetiva siguiendo la lógica y la enseñanza de la experiencia analítica. El lector encontrara no solo una descripcion detallada de lo que supone tal dispositivo sino tambien la exposicion de la etica que orienta esta clinica. Se trata, en efecto, de una"politica del sintoma" en el sentido que Jacques Lacan dio a ese termino. Recibir al sujeto en la urgencia segun este principio cambia muchos de los presupuestos que a veces se dan por demasiado sentados a la hora de diseñar una politica de salud mental. En varios lugares de este libro se subraya la frecuente contradiccion que aparece entre los fines de la institucion, que tienden necesariamente hacia un"debe valer para todos", y los medios que el practicante pone en marcha cuando se orienta en una clinica que solo"vale uno por uno". Esta es una tension no solo inveitable sino necesaria para localizar lo real en el que se funda toda empresa politica, y especialmente en el campo de la llamada"salud mental". Del Prologo de Miquel Bassols