El médico y biólogo Jacques Monod nació en París en 1910. Estudió zoología en la Sorbona, París y en Estados Unidos. En 1954 fundó el Servicio de Bioquímica Celular en el Institut Pasteur de París del que pasó a ser director en 1971. Fue profesor de la facultad de ciencias de París a partir de 1959 y catedrático de biología molecular en el Collège de France desde 1967. Junto con A. Lwoff y François Jacob estudió los mecanismos de la regulación genética en su vertiente celular y demostró la existencia del ARN mensajero, trabajos por los que se concedió en 1965 a los tres científicos el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. En 1970 publicó El azar y la necesidad, su obra más conocida del gran público.
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Uno de los más polemicos textos jamás escritos sobre la relación entre Ciencia y Filosofía.Algunos años despues de obtener el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, Jacques Monod sorprendió a toda la comunidad cientifica y filosofica con este polemico ensayo en el que introducia nociones tan heterodoxas como las de "azar" y "necesidad" a la hora de estudiar los seres vivos. Ademas de ofrecer iluminadoras respuestas a cuestiones tan fundamentales de la biologia contemporanea como las relativas al origen de la vida o la evolucion de las especies, el autor, uno de los grandes pioneros de la biologia molecular, no vacila a la hora de abordar las consecuencias filosoficas y espirituales de los grandes descubrimientos en los campos de la biologia molecular y de la genetica.
Cuando El azar y la necesidad se publicó en Francia, en 1970, hacía exactamente cinco años que su autor, Jacques Monod, había recibido el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Pero su éxito mundial se debio al escandalo que suscito no solo entre cientificos, sino tambien entre filosofos, pensadores y -fenomeno aun mas insospechado- politicos. Quiza la clave resida en las propias palabras de Monod: Resulta hoy dia imprudente, por parte de un hombre, el empleo de la palabra filosofia. () Tengo una sola excusa que considero, sin embargo, legitima: el deber que la actualidad impone a los hombres de ciencia de pensar su disciplina en el conjunto de la cultura moderna para enriquecerla asi, no solo con importantes conocimientos tecnicos, sino tambien con ideas arraigadas en su ciencia particular que puedan considerarse humanamente significativas. La misma ingenuidad de una mirada virgen (y la de la ciencia lo es siempre) pueden alumbrar con una luz nueva viejos problemas() Asumo por entero la plena responsabilidad de los desarrollos de orden etico, y hasta tal vez politico, que no he querido evitar por peligrosos que fuesen, o ingenuos, o demasiado ambiciosos que pudiesen parecer: la modestia conviene al sabio, pero no a las ideas que lo habitan y que debe defender. Este ensayo se elaboro a partir de una serie de conferencias pronunciadas por Monod, en febrero de 1969, en el Pomona College, Califiornia, y que fueron tambien motivo de un curso en el College de France entre 1969 y 1970.