El presente libro defiende un posicionamiento en el que la práctica y la teoría se encuentran íntimamente unidas. Se basa la idea simple de que se aprende actuando, y completa aquellos manuales que se refieren a l manera de pintar, en los que se indican el tipo de materiales y cómo proceder desde el punto de vista técnico. Se trata de una propuesta fundamentada en la observación y en una secuenciación temporal de los procesos que intervienen en la creación. Acompañado de numerosos ejemplos en color, permite adquirir consciencia del "espesor temporal", que conjuga el tiempo del hacer con el tiempo de asimilar, en el aprendizaje de la práctica artística, porque cada actuación es consecuencia de la precedente y fundamento para la que la sigue.
El autor refleja las transformaciones vividas en la Facultad de Bellas Artes del País Vasco en los últimos 25 años, paradigma de lo acaecido en otras facultades españolas. Presenta la pintura como un modo de actuación que permite pasar revista a las problemáticas suscitadas por la enseñanza de las prácticas artísticas, proponiendo modelos de actuación y de organización de estudios. Puede constituir un referente para la enseñanza, utilizando propuestas que se deberían adaptar a las circunstancias particulares, y de ayuda a buscar el sentido de la propia práctica, así como a enriquecer los métodos de trabajo particulares.