Esta obra del profesor Iglesias, por cuya dedicación al estudio y la enseñanza del Derecho romano durante más de seis décadas le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias 2001 de Ciencias Sociales, ha sido elogiada unanimemente en numerosas recensiones, tanto españolas como extranjeras. El elegante lenguaje, su valor pedagogico, la consistencia cientifica, la riqueza expositiva y el sentido historico-juridico han dado singular fama a este libro, un verdadero clasico de la literatura romanistica.