Todo lo que no lloré es un grito por la persona que hace años no se atrevió a enfrentar al silencio. Se encerró en él y siguió dando pasos en falso con la tirantez de una sonrisa en el rostro. Es el camino hacia la aceptacion de que las cosas terminan, que nunca se puede con todo, que los miedos siempre aparecen y que el querer -en cualquiera de sus sentidos- parte de saber encontrarte a ti misma. Es la perdida de rumbo cuando no encuentras tu lugar ni tampoco tu persona. O cuando no logras dar con el sentido de la vida o...
He sido esa canción que no quieres que termine y, al mismo tiempo, el silencio que precede a la mayor tempestad, solo que la lluvia venía de mí y de lo que era. Era miedo y ganas y, siempre tuve la sensación que se me escapaba entre las manos la vida y el cómo hay que vivirla. Porque a veces hay que verse perdida en la profunda oscuridad para saber encontrar tu propia luz. Y fue solo entonces cuando, en medio de todos los destrozos, encontré mi forma de recomponerme. Y ahora solo quiero que los huecos que he sentido conmigo durante años empiecen a florecer y a darme el mejor sitio en el que poder habitar. Hoy, más que nunca, quiero sentirme mía y sentirme en casa.