Laura Gomara

Una novela negra repleta de acción que retrata la Barcelona más oscura en tiempos de crisis.

Una novela negra repleta de acción que retrata la Barcelona más oscura en tiempos de crisis.Ruth Santana es una joven desahuciada y pluriempleada que vive en el umbral de la pobreza para pagar lo que considera su deuda con los bancos. Vive en una ratonera insalubre y desde hace unos meses espera a la salida de los supermercados para coger pan o yogures. Por alguna razón que ni ella misma comprende, sigue luchando.Una noche, un desconocido le hace una oferta. Quiere que le ayude a reventar cajeros automáticos. El hombre le ofrece dinero rápido para pagar su deuda con el banco y volver a llevar una vida normal. Le ofrece la libertad. A cambio, Ruth tendrá que renunciar a sus escrúpulos. Y, tal vez, a algo más.De la mano de Hugo Correa y su dispar banda de atracadores, Ruth Santana descubrirá una Barcelona más oscura, más peligrosa y más viva de la que había imaginado.

Eva Valverde vive en Barcelona, tiene dos carreras, viste de Prada y es carterista. Una trepidante novela negra narrada desde la mirada cínica de quien sabe que va a morir pronto.Eva Valverde vive en Barcelona, tiene dos carreras, viste de Prada y es carterista.Una trepidante novela negra narrada desde la mirada cinica de quien sabe que va a morir pronto.Eva Valverde es una treintañera que viste ropa de lujo pero es una ladrona, coloca la mercancia a trapicheadores, la ropa la vende on line, y recurre a un joyero que no pregunta el origen del oro.Una banda de delincuentes del barrio gotico cree que los atracos a apartamentos de guiris y en el metro, son su territorio y para asustarla incendian el piso donde vive y donde tenia sus ahorros de los robos, porque iba a montar una tienda de segunda mano de ropa de lujo.El joyero la chantajea con unos videos que tiene de ella vendiendole las joyas y le obliga a robar un lote en una casa de una famosa editora retirada.Eva tiene un ex novio ruso, Oleg, hijo de un mafioso, que la vigila. La situacion se complica y Eva percibe que todo esta conectado. Acorralada por la policia se da cuenta de que ella y Oleg llevan en la sangre ser delincuentes.Una trama trepidante y original desde sus primeras paginas. Una pr...

Eva Valverde vive en Barcelona, tiene dos carreras, viste de Prada y es carterista.Una trepidante novela negra narrada desde la mirada cínica de quien sabe que va a morir pronto.Eva Valverde vive en Barcelona, no roba por necesidad, sino para pagar un tren de vida que no podria mantener con un sueldo fijo. Y, claro, para sentirse por encima de los demas.Pero nadie dijo que la vida del carterista fuera facil. Tras varios años construyendo su mundo perfecto, lo pierde todo en un solo dia. Lo que iba a ser un camino de champan y rosas se convierte en una sucesion de chantajes, violencia y cadaveres.La critica ha dicho... Laura Gomara cumple en esta estupenda segunda novela lo que nos prometio en la primera: mas oscura, mas angustiosa, el viaje al abismo de un personaje que podrias ser tu.Elia BarceloEva Valverde tal vez no sea una buena persona, quiza ni siquiera lo pretenda. Pero tampoco es ese ser amoral que finge, o cree, ser. Laura Gomara dibuja a una superviviente que esta aprendiendo a vivir cuando ya no queda tiempo. Victor del ArbolInteresante policiaco ambientado en Barcelona. Xavi Ayen, La VanguardiaUna segunda novela que consolida a la autora en el genero negro, con la historia de Eva Valverde, la cazadora, cazada, en un sueño de alto standing. Miguel Angel Diaz, SomNegra¡Enhorabuena, Laura Gomara! Estoy oficialmente enganchado a En la sangre. Antonio TorrubiaUna novela negra, al mas puro estilo hard boiled, con una sofisticada mujer fatal (una especie de Lauren Bacall actual), que sufre las amenazas de distintos hombres que quieren utilizarla, y con una Barcelona cuya ambientacion resulta fascinante. Ana Ballabriga, escritoraUna novela atrevida y audaz. Una de esas obras que buscan sacudirle elpolvo a la parte mas oxidada y anticuada del genero de este pais. Y lo consigue con nota. Marta Marne, La pared vacia