Leer a Berlant no es cosa sencilla: su potente instrumental analítico, que apela a la cultura popular, al cine, a los personajes de la esfera pública, a la subordinación de lo femenino y lo infantil, a los modelos de vida buena y la interpelacion constante al sentimiento, hace que resulte dificil encasillar su obra en una logica disciplinaria. Pensadora de intersticios, la autora se centra en dos aspectos relevantes para iluminar la realidad actual: en primer termino, el planteamiento de un poderoso vinculo entre la elaboracion de los mundos politicos y las emociones como experiencias de articulacion de "lo nacional" y de lo identitario. En segundo lugar, la clave transclasista de esta sentimentalidad que tiende a producir la fantasia de la desaparicion de las desigualdades y estructuras de clase. Un libro como el de Lauren Berlant es una bocanada de aire fresco y un redoblado impulso critico para repensarnos como sociedades.
Sexo, o lo Insoportable (2014), adopta la forma de una conversación entre Berlant y Edelman que evoluciona a lo largo de sus capítulos. El sexo es para esta autora y autor un lugar desde el que explorar la escena de la relacionalidad centrandose en la negatividad que puede hacerla tan perturbadora. El sexo es asi una metafora del deshacer: a traves de su intensa relacion con el otro, la soberania fantasmatica del sujeto se desintegra, el yo (temporalmente) se disipa. Exploran sus implicaciones a traves de un dialogo que les compromete a lidiar con la negatividad, la no soberania y la relacion social no solo como conceptos abstractos, sino tambien como la sustancia y la condicion de nuestras respuestas -y nuestras responsabilidades- mutuas. Pero, ademas, ofrecen un relato intenso y muy perspicaz de las interacciones entre dos sujetos que quiza podria aplicarse fructiferamente a la comprension de los encuentros en las organizaciones militantes. Muestran algunas de las complejidades de la relacionalidad: es violenta, placentera, productiva, un escenario de fantasia y desconocimiento, todo esto y mas. Añadimos en esta edicion el opusculo Deseo/Amor, de Lauren Berlant, publicado poco antes (2012). Se trata de un ensayo introductorio, no escrito para especialistas, y que gira en torno a lo que los teoricos han escrito sobre el deseo y el amor. Pero tambien es una pieza de pensamiento agudamente desarrollada que persigue que mas puede significar tener una fantasia. Para explicar alg
Hacia fines de la década del noventa, y de manera en un principio silenciosa y casi marginal, la teoría cultural comenzó a verse atravesada por discusiones alrededor de la dimensión afectiva. Si bien la filosofía y las ciencias sociales ya se habían ocupado de la cuestión, en esos años y como una suerte de desprendimiento de debates que se produjeron en el marco de las teorías feministas y queer, el análisis cultural le puso una marca a un punto de vista propio: el giro afectivo. El propósito fundamental de esta trama conceptual y activista, que tiene a Sara Ahmed y Lauren Berlant entre sus principales exponentes, es dar cuenta tanto de la dimensión afectiva de la esfera pública, como de la dimensión política de la vida afectiva.Este libro, publicado originalmente en 2011, sostiene que las fantasías de progreso constituyen un afecto particular: el optimismo cruel. Existe una relación de optimismo cruel cuando las aspiraciones a la buena vida son en realidad obstáculos para el desarrollo y el crecimiento. Berlant sostiene que el optimismo cruel ha sido el tono afectivo preponderante desde la década del ochenta, en paralelo a la consolidación del neoliberalismo y a la retracción de las promesas socialdemócratas de movilidad ascendente, seguridad laboral e igualdad social y política, a pesar de que el capitalismo tiene cada vez menos alternativas que ofrecer a los dramas de adaptación que surgen de la precariedad y la crisis. A través del análisis de un repertorio de dispositivos estéticos como novelas y películas, Berlant enfatiza los aspectos problemáticos de ciertos sentimientos habitualmente considerados optimistas o positivos, y de este modo impulsa una indagación crítica fundamental a la hora de pensar las emociones en la sociedad contemporánea.