Luis Méndez Rodríguez

En los inicios del siglo XVII, Sevilla mantenía su posición privilegiada como uno de los centros artísticos más dinámicos, gracias a sus contactos con el norte de Europa y con Italia y, sobre todo, merced a su vinculación comercial con América. Maestros de distintos países se habían desplazado a la capital hispalense para trabajar, confinados a una "ciudad-mundo", a la que llegaban las últimas novedades artísticas. En la Sevilla, de estos años nace en 1599 el joven Diego Velázquez, hijo de un notario apostólico. Formado en el taller de Pacheco, el joven pronto demostraría sus excelentes dotes para el oficio de pintor, superando en calidad a sus precedentes y coetáneos. Este libro reflexiona sobre los años sevillanos -desde 1599 hasta 1624- del genial pintor, reconstruyendo su ambiente familiar y profesional con nuevas aportaciones documentales que permiten revalorizar esta primera etapa dentro de su carrera artística. Tomando como punto cardinal su familia y su horizonte artístico se vincula su trayectoria con las influencias del legado clásico y de los avances científicos que caracterizaron la cultura humanista sevillana, de la que Velázquez fue consecuentemente su epílogo.

Dentro de la colección de divulgación AArte Hispalense@ ve la luz el n1 69, dedicado a Manuel Rodríguez de Guzmán (1818-1867), exponente de un género de pintura de una gran belleza plástica: el costumbrismo. Pintor de escenas de la Feria de Abril, de toreros y gitanos, con un realismo cercano a la fotografia.

Este volumen analiza cómo se configuró la proyección artística de lo andaluz en Europa, a partir de su inclusión como protagonista de dibujos, acuarelas, pinturas y fotografías: una búsqueda acerca de cuales fueron los rasgos caracteristicos que la definieron, entre la teatralidad de sus tipos humanos y la monumentalidad de sus escenas urbanas, que se ejecutaban combinando detalles reales con elementos imaginativos que unicamente existieron en la vision creativa del artista. La especial fascinacion por Andalucia que hubo en el siglo XIX hizo posible que sus principales iconos culturales se tomasen como representacion de lo español.

Este libro rescata la memoria del patrimonio industrial tabaquero en España, y lo hace a través de una recopilación de fotografías en blanco y negro de las fábricas que se abrieron por el país a partir del siglo XVIII. En ellas aparecen las plantas de Nicotiana tabacum y el desarrollo de los cultivos, asi como las personas que trabajaron en la labranza y recoleccion del tabaco en el ambito rural y las que lo procesaron en diferentes productos y formatos en los espacios fabriles levantados en ciudades como Sevilla, La Coruña, Valencia, Bilbao o Santander. No es un registro exhaustivo de la produccion o el mundo fabril, sino un conjunto de imagenes que recuerdan una cadena que forjo la tradicion de los obreros y de las cigarreras de la industria tabaquera. Por otro lado, nos permiten recuperar las historias que hay detras del cultivo de esta planta americana y su vinculacion con Europa. La publicacion de este libro coincide con la proxima conmemoracion de los 150 años de la opera Carmen, de Georges Bizet, que se estreno en Paris en 1875.

Este libro es el resultado de una fructífera y dilatada experiencia, por parte de los investigadores que lo han hecho posible, en el ámbito del análisis de la identidad andaluza, cuestión que se afronta en este volumen desde planteamientos culturales hibridos y transversales, que ponen la atencion en como se miro desde Andalucia y en como la miraron desde otras regiones y paises. Esta publicacion parte del proyecto de investigacion Identidad y Construccion Cultural de Andalucia: Arte y Turismo (1839-1939) (HAR2016-79758-P), del Ministerio de Economia y Competitividad.

Sevilla fue descrita por Cervantes como un tablero de ajedrez, ya que durante los siglos XVI y XVII fue uno de los centros esclavistas más importantes de España. Esta monografía contiene un análisis cultural de la esclavitud en la sociedad hispalense a traves de los codigos visuales que los artistas diseñaron para su representacion, que iban, desde unas posturas de paternalismo, hasta otras negativas que identificaba a los esclavos como violentos y asesinos.

Este libro estudia la narración autobiográfica y manuscrita de un alemán llamado Jerónimo Köler que, antes de fallecer en 1573 y tras una vida en el más completo anonimato, quiso dejar como herencia