El cuerpo del autista es un cuerpo memorial, un cuerpo en el cual han quedado vestigios de la irrupción que lalengua tiene sobre el viviente. En este libro he destacado el valor traumático de lalengua, en tanto entraña un goce que fragmenta el Uno del viviente, y deja perdido irremediablemente al organismo en cuanto tal. Esta definicion de cuerpo permite, por cierto, reconocer lo que no se ha producido, pero tambien localizar lo que si se ha constituido. A traves de casos paradigmaticos, me he propuesto cernir que no todo es perturbacion a nivel del cuerpo del autista, sino que, por el contrario, es posible pesquisar modos de produccion subjetiva que dan cuenta de una relacion particular con el cuerpo. La direccion de la cura requiere conocer las perturbaciones y usos del cuerpo en el niño autista -a los fines de orientar la tactica en la intervencion- dado que implica la responsabilidad en el psicoanalista de propiciar otros modos de localizacion del goce y nos formula una pregunta etica respecto de que puntos de los modos particulares de respuesta subjetiva vamos a apuntar a conmover. Producir anticipadamente una localizacion subjetiva, que al modo de hipotesis oriente hacia quien nos estamos dirigiendo, traza la via divisoria sobre si intervenir o no en determinado momento de la cura en estos usos que el niño hace. Curriculum: Psicoanalista. Licenciada y Profesora en Psicologia por la Universidad de Buenos Aires, donde obtuvo tambien el titulo de Magister en Psicoanalisis. Docente de grado y posgrado en distintas Universidades (UBA/UCES/UB). Fue becaria e investigadora UBACyT y ex Jefe de Residentes del Htal. Alvarez. Actualmente, es miembro de la Institucion Enlace Clinico.