Com uma escrita límpida, Manuel Rui escreve um romance que é, ao mesmo tempo, delirantemente divertido e luminosamente redentor. Sim, vivemos num mundo de esquemas, de falsas aparências, de escusos i
Quando Pai Diogo traz ao apartamento onde mora um leitão, o administrador do prédio quase tem um ataque. Esbraveja que no local são permitidos apenas os animais de estimação "convencionais": cachorro
En Luanda, capital de la Angola actual,, Faustino coincide en el ascensor de su casa con Diogo y el cerdo que éste pretende cebar durante un tiempo para poder, así, cumplir su deseo de comer tan sabrosa vianda. Liloca, la esposa de Diogo, se muestra estupefacta ante la idea de mantener a tal animal en un apartamento de un séptimo piso. A los niños, por el contrario, les encanta la idea e incluso bautizan al cerdo con el nombre de Carnaval. Tras haber conseguido embaucar al fiscal de edificio y a los miembros de la Organización de Defensa Popular, que tenían la intención de confiscar el animal, éste pasa a llamarse Carnaval de Victoria. Zeca y Ruca, los dos niños, se encargan felizmente de limpiarle, alimentarle, ponerle un auricular en la oreja para que al escuchar música no ronque... Pero a pesar de ello, Diogo no cesa de mirar a Carnaval de Victoria con cara de hambre