Este libro empieza por plantear problemas que son y serán eternos en los estudios de traducción, y que van desde la cualidades que debe poseer el traductor hasta el problema de la equivalencia, pasando por los tipos de traducción posibles o por la cuestión de si existe o no una lengua original esencial. Todo esto sirve como base para escudriñar los pros y los contras de algunas de las teorías más novedosas en el campo de la traducción durante los últimos años: la llamada Escuela de la Manipulación y las aportaciones de post-estructuralismo y la desconstrucción a la traductología. Son éstas dos líneas de investigación polémicas con las que se puede o no estar de acuerdo, pero que, sin duda, no dejarán al lector indiferente. Este es, precisamente, uno de los mayores atractivos del libro.
La Poética de Aristóteles iniciaba esta vía de semejanzas y coincidencias entre las artes musical, poética y pictórica. La Ars Poetica de Horacio constatará el atractivo de la producción literaria en unión con las demás artes. Relaciones entre escritores y artistas durante las tres primeras décadas de nuestro siglo. Pintores que emplean en sus cuadros el lenguaje con distintos fines.