Un proceso de memoria que es consustancial a la transformación de la sociedad chilena con el paso de la dictadura y la transición a la democracia . A través de los ojos de los que lo han transformado, observado y habitado, el Palacio toma vida como una representacion cultural: no solo un edificio, sino un simbolo politico, en el cruce entre los mitos de la identidad nacional, la fractura historica del pasado reciente, la recodificacion autoritaria y la dificil reconstruccion de un espacio civico compartido.