Marta Zátonyi

Su alquimia es cambiante como la historia; bucea en el pasado, brinda su riqueza al presente. Mira hacia la Filosofía y mira hacia el Arte. El mundo de las ideas es su lugar pero pertenece por igual a la empiria de la materia, ya transfigurada por la forma. Entreteje lo general con lo particular, lo universal con lo eventual. Esta antología reúne textos concebidos desde otras ciencias, así como desde la propia Historia del Arte y comentarios hechos por artistas de géneros muy diversos. Pero todos ellos aparecidos en el siglo xx. El lector eligirá cuáles puertas desea abrir, hacia dónde encaminar su propio periplo, qué es lo que construirá con lo recorrido. Autores compilados: Adorno, Ando, Artaud, Barthes, Borges, Bretch, Brook, Camus, Chomsky, Dalí, Einstein, Eisenstein, Freud, Gropius...

No existen definiciones absolutas del arte. Cualquier intento que se haga en ese sentido –con vistas a encorsetar en un concepto la creación estética– lleva a un camino sin salida. Marta Zátonyi, una

¿Qué es el arte? ¿Qué es la belleza? ¿Cuáles son las pautas que permitirían calificar de artística a una obra humana? \\\"No hice este libro buscando el corsé de las definiciones académicas -nos dice su autora, la reconocida profesora Marta Zátonyi—. No pretendí fabricar un inventario de enunciados solemnes. Mi objetivo ha consistido en pensar el arte principalmente como objeto de estudio y goce. ¿Adónde debe dirigir su mirada el artista digno de tal nombre? ¿Hacia el mundo exterior o hacia el interior del ser humano? Hay tendencias que privilegian lo social, otras lo existencial, lo individual, lo sexual, etcétera. Pero el arte, en cualquiera de sus expresiones, no carece de ninguno de esos elementos. Toda obra artística se involucra profundamente con el tiempo y el espacio en que es gestada individual o colectivamente. En suma: si hablamos de arte hablamos también de nosotros mismos, de nuestros saberes, de nuestros valores y de nuestros miedos".

Más allá del mundo del lenguaje, se extiende la Nada. La vida humana, inevitablemente, es la articulación entre ambos. Para aliviar esta dolorosa lucha y beneficiarse de ello,el hombre elabora distintas formas defensivas. Estas barreras ontologicas son la religion, el arte, la ciencia y la filosofia. Bergman, como artista, guarda este limite ayudando al espectador a evitar que renuncie y se precipite. Ayuda a que aunque con dolor y angustia la vida sea vivida. Sus personajes son nuestra imagen. Si bien sus vidas sedesarrollan en espacios y tiempos diferentes, las claves esenciales para acceder a los interrogantes de aquella humanidad, nos hacen entender mejor nuestra existencia. Bergman, el guardian de la nada, abre la puerta al universo del gran director sueco y aporta conceptos para un posible acercamiento a su obra.