Expresado desde la sensibilidad aguda y vivaz de Matthew Appleton, este valioso testimonio procede de una intensa convivencia, a lo largo de los años 80 y 90 del siglo pasado, en el seno de una comunidad formada mayoritariamente por niños y chavales en las primeras fases de la adolescencia, autogobernados en asamblea y libres de las restricciones morales y conductuales impuestas por la sociedad adulta. El lugar es Summerhill School, escuela fundada hace ya casi un siglo por Alexander Sutherland Neill, quien poseia una confianza absoluta en la capacidad autorreguladora del ser humano, y especialmente de los niños, para desarrollarse, crecer y aprender sin necesidad de ser coaccionados, forzados o embaucados por los adultos. Afectado por el rumbo que tomaba la sociedad humana tras los horrores de la I Guerra Mundial, tuvo la vision de que lo mejor que se podia hacer por la humanidad era devolver la libertad a los niños para prevenir la sumision ciega, la frustracion y todos los profundos complejos inconscientes que maniatan la libertad de consciencia humana. En Summerhill los niños no tienen ninguna obligacion de ir a clase o aprender los contenidos marcados por ningun programa. Pueden ser y expresarse libremente sin tener que guardar las formas por temor a no ser aceptados. Estremecido por la posibilidad de observar a los niños en tal estado de autenticidad y a si mismo como adulto en relacion con ellos, Appleton se sumerge en este escenario como un genuino observatorio de la naturaleza humana donde trascen
Fundada na Inglaterra em 1921 por Alexander Neill, Summerhill ficou conhecida como a escola mais livre do mundo. Nela, as crianças so encorajadas a tomar decises e a desenvolver-se a seu ritmo. As aulas no so obrigatorias e os alunos podem escolher as materias que desejam estudar. Baseado em diversos conceitos de seu amigo Wilhelm Reich, Neill acreditava que os aspectos emocionais dos seres humanos eram mais importantes que quaisquer outros, paradigma que predomina na instituiço ate hoje. Ao longo dos anos, Summerhill consolidou-se como uma escola democratica, onde crianças, adolescentes e adultos convivem em nivel de igualdade e aprendem que o conceito de liberdade implica responsabilidade e empatia. Criticada por muitos, adorada por outros, mas sempre envolta em mitos, Summerhill e retratada neste livro por alguem que la viveu por quase uma decada. Trabalhando como pai especie de cuidador de dezenas de alunos, Matthew Appleton aprendeu valiosas liçes, que compartilha aqui com os leitores. Da dificuldade de manter a privacidade as assembleias democraticas, do desabrochar das crianças as mudanças constantes de regras e a autorregulaço, Appleton constroi um rico relato, mostrando inclusive as tentativas do Ministerio da Educaço ingles de fechar a escola. E, claramente, toma posiço: Summerhill e para ele, de fato, o melhor lugar para promover uma infancia com liberdade.