Garmaz, ubicación ficticia de los relatos de La cruz de barro, podría ser cualquier pueblo de España. Las vidas de sus habitantes se cruzan en un caos ordenado por las peculiares leyes del terruño. Como en una galería de espejos, Miguel Ángel Álava, en esta su primera y magnífica obra de ficción, ofrece al lector la oportunidad de reconocer la compleja, y no siempre previsible, anatomía humana y animal de nuestra propia naturaleza al ritmo de la historia reciente del país. Un retrato descompuesto en planos cortos, intensos, que exploran las posibilidades de una realidad siempre dispuesta a dar una vuelta de tuerca más. La cruz de barro es una mirada con varias perspectivas del único objetivo que mueve al ser humano: La exploración constante de sí mismo y de su entorno.
Una mañana, Miguel Ocaña, Presidente de la Diputación de una provincia de Inlandia, descubre que en uno de sus zapatos está creciendo un libro. Embelesado por el placer de la lectura, olvida todas sus obligaciones queda fascinado porque los libros puedan crecer de forma espontánea y de que alberguen algo más que palabras en su interior. A partir de entonces, comienza una verdadera odisea que lo conducirá a un mundo lleno de peligros para él y para los lectores. Una novela surrealista e inquietante en la que el sentido del humor y el amor por la literatura nos sumergirán en un mundo tan extraño como conocido para el lector. Una obra que sorprende y divierte a partes iguales, con la que nos dejaremos llevar por la magia de los libros y sus recónditos e inesperados caminos para trasladarnos a lugares de fantasía y vivir experiencias con las que jamás hubiéramos soñado. Un jurado presidido por Xavier Grau Sabaté, vicepresidido por Justo Reinares Díez y compuesto por Luis Mateo Díez, José Manuel Caballero Bonald, Manuel Longares, Penélope Acero, Jaime Alejandre y Reyes Lluch Rodríguez, que actuó como secretaria, otorgó a la presente obra el XIII Premio Tiflos de Novela convocado por la ONCE.
Una mañana, Miguel Ocaña, presidente de la Diputación de Inlandia, descubre que un libro ha crecido en su zapato. Y no será el único, pues advierte, asombrado, que los libros tienen vida propia y se reproducen en los lugares mas insospechados. Embelesado por el placer de la lectura, olvida todas sus obligaciones, hasta que, finalmente, se contagia de bibliofilis, enfermedad con diversos y peligrosos efectos secundarios. Perdidas ya las elecciones e inmerso en un proceso de desintoxicacion, descubre que su mujer, Laura, tambien se ha contagiado. A partir de ese momento, conscientes de estar cometiendo un delito, llevaran una vida oculta que les llevara a vivir un sinfin de peripecias inimaginables.