"En muy pocas páginas, como si se tratase del pequeño espacio que hay dentro de una “cáscara de nuez”, Narada Thera es capaz de presentarnos una síntesis del budismo, bien explicada y clara, que incl
A través de las explicaciones del maestro conoceremos la opinión que tienen los budistas sobre los diversos planos de la existencia, sus razones para creer en una vida anterior, así como la capacidad que tiene el ser humano para acabar con el proceso del renacimiento, de nacer una y otra vez, de obtener el Nirvana, es decir, la cesacion de todo sufrimiento.
En el budismo nunca se habla de reencarnación, porque no se admite un principio permanente que transmigre. Y porque la palabra renacer tiene un significado mucho más amplio y existen numerosos planos o reinos en los que puede producirse el nacimiento. Esta obra es una exposición magistral y lúcida del Venerable Narada Thera sobreel tema del renacimiento. Narada nació en un suburbio católico de Colombo y recibió el nombre de Sumanapala. Con el nombre de Narada se odenó a los dieciocho años y dos años después recibió la más alta ordenación. Estudió de forma aplicada en la Universidad cursos de ética, lógica y filosofía y más tarde se unió a la sociedad conocida como "Los Sirvientes del Buda", donde se llevaban a cabo importantes debates sobre el Dhamma. Desde muy joven, comenzó a impartir enseñanzas y formar grupos de discusión. A partir de los treinta años de edad empezó a viajar por numerosos países del extranjero, tanto de Oriente como de Occidente y sus charlas eran siempre extraordinariamente apreciadas, reuniendo a innumerables oyentes. En sus propias palabras: "Mi misión en el extranjero nunca fue de proselitismo, sino que se limitó a presentar las enseñanzas de Buda a quienes estuvieron interesados en ellas y encontré a muchas de esas personas. A los que creían en Dios, les decía, "Si creéis en la existencia de Dios y esto os beneficia, debéis seguir creyendo en él", "pero yo por mi parte", les decía, "puedo hacerlo mejor sin depender de él". Colaboró activamente en la formación de círculos y seminarios budistas, pronunció gran cantidad de conferencias y cursos, escribió numerosos trabajos en prensa y publicó excelentes obras sobre la Enseñanza. Era accesible y bondadoso y acabó sus días apaciblemente, extinguiéndose como una amable brisa que cesa en silencio.